­El uso diario de ordenadores, smartphones y tabletas es una realidad innegable y resulta imposible imaginar nuestra vida sin la tecnología. Estamos habituados a usar el ordenador para todo, e incluso si tenemos que tomar alguna nota rápida lo hacemos con el móvil. Esto provoca que cada vez escribamos a mano con menor frecuencia sin llegar a ser conscientes de los beneficios que aporta la redacción manuscrita.

Está demostrado cómo mediante la escritura a mano se permite fijar más el pensamiento y retener la información. Al tomar notas a mano nuestro cerebro tiene que juzgar acerca de lo que se está diciendo, eliminando la información superflua y reteniendo lo realmente importante. Así quedo evidenciado en un experimento realizado por los psicólogos Pam Mueller de la Universidad de Princeton y Daniel Oppenheimer de la UCLA, en el que pidieron a unos alumnos que tomaran notas de una conferencia, un grupo lo haría a mano y otro por ordenador. El resultado fue que los alumnos que escribieron a ordenador tomaron muchas más notas, pero cuando se les preguntaba acerca de la conferencia no consiguieron responder con la eficacia de los que tomaron notas a mano.

En JM Grafología, perteneciente al Círculo Hispano Francés de Grafología, se ocupan de la reeducación de la escritura especialmente en niños y jóvenes. A través de charlas en colegios y ampas facilitan las claves para que puedan identificar si su hijo o alumno tiene dificultades con la escritura. Los grafoterapeutas se encargan de reeducar y restablecer la habilidad de escribir haciendo que los niños recuperen el gusto por la escritura.

El grafoterapeuta Juan José Martos afirma que «la mejora de la escritura proporciona al alumno un mayor rendimiento escolar, aumenta la memoria de trabajo y la comprensión lectora, algo que no se obtiene con la escritura en un teclado, un acto puramente mecánico que no facilita la elaboración del pensamiento». Juan José Martos explica que muchas veces se culpabiliza al niño de su mala letra pudiendo provocarle desmotivación y desgana. La labor del grafoterapeuta consiste en que se recupere el placer por escribir, una actividad de la que el niño se sienta orgulloso de manera que aumente la confianza en sí mismo y sienta mayor satisfacción frente a profesores y compañeros.

El tratamiento de reeducación se puede hacer a partir de los ocho años. Es a partir de esa edad cuando se puede diagnosticar una disgrafía. En un primer momento se centran en la motricidad gruesa, la musculatura de hombros y brazos, y después en la motricidad fina, los movimientos de muñeca y manos. Además, se usa la música para ayudar a llevar un ritmo a la vez que se aumenta la dopamina. Por otra parte, estas terapias también enseñan cómo coger correctamente el teléfono o tablet para evitar dolores musculares.

Finlandia sustituirá la caligrafía. Recientemente Finlandia, modelo de educación a nivel mundial, decidió que iba a sustituir la enseñanza de la escritura caligráfica por clases de mecanografía a partir del curso 2016/17, al considerar que el uso de los ordenadores estaba más ligado a la vida de los alumnos que la redacción manuscrita, algo que consideraban desfasado. Aunque parece claro que en el futuro usaremos cada vez más los dispositivos tecnológicos para comunicarnos y por ello es necesario teclear correctamente y con rapidez, no es menos cierto que la escritura a mano es un aprendizaje muy complejo a nivel neuronal que se desarrolla a lo largo de los años. La lectura y la escritura están altamente ligadas y desempeñan un papel determinante para el futuro escolar y extra escolar del niño.

Aunque adaptarse a los tiempos es algo obligado y no se puede obviar la importancia de las nuevas tecnologías, no debemos por ello devaluar el valor que tiene a nivel de desarrollo cerebral escribir a mano.