La Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) ha descartado que el uso de la vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH) pueda causar síndrome de dolor regional complejo o síndrome de taquicardia postural ortostática como se sospechaba tras haberse detectado algunos casos.

«El balance beneficio-riesgo de estas vacunas se sigue considerando positivo y no se han recomendado cambios en sus condiciones de uso autorizadas», informó la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tras conocer las conclusiones del Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC, en sus siglas en inglés) de este organismo europeo. En su análisis se han revisado todos los datos disponibles para clarificar si existía alguna vinculación entre la administración de esta vacuna y la aparición de ambos síntomas a raíz de la notificación de varios casos, particularmente en algunos países (Dinamarca, Japón).

El PRAC ha evaluado todos los casos notificados que se han presentado posteriormente a la administración de la vacuna y los ha comparado con los casos que podrían esperarse en la población femenina de edad similar (unos 150 casos anuales por millón en ambos casos). Hasta la fecha se han vacunado frente al VPH más de 80 millones de mujeres en todo el mundo, y en España se han distribuido 6 millones.