El acusado de asesinar de 131 puñaladas a Ana María Márquez, exdirectora del Museo de Historia Natural de Nerja, a primera hora del 8 de agosto de 2014 en el domicilio que ella tenía en Torrox, ha pedido perdón por los hechos y ha mostrado su arrepentimiento en el juicio iniciado esta mañana ante el Tribunal del Jurado. Eso sí, ha asegurado que ella le atacó primero con un cuchillo.

Ha explicado que tras discutir con ella el día anterior tomó durante toda esa tarde y la noche mucha cocaína y alcohol. A las seis de la mañana del 8 de agosto volvió a casa de Ana María, pero ella no quería ir a trabajar. Así, según su versión, se inició una discusión y ella cogió un cuchillo y se abalanzó sobre él. "Me defendí evitando que me pinchase", precisó.

Luego, ha dicho que no recordaba nada más y ha incurrido en varias contradicciones: no ha reconocido haberla golpeado en la cabeza con una botella de vino, lo que sí admitió en instrucción, y tampoco recuerda haberle dado 131 puñaladas en el baño de la vivienda, ni haberle dicho a la Guardia Civil "ya está hecho, ahí está en el baño".

Ha asegurado que tenía graves problemas psiquiátricos y que en 2007 trató de suicidarse y aclaró que ya no recuerda nada hasta verse en la enfermería de la cárcel.

En cuanto a dos episodios previos de malos tratos, ha afirmado lo siguiente: "El agredido era yo cuando discutíamos". Ha tenido rifirrafes con la fiscal, a la que ha pedido que no cambie las cosas. El ministerio público pide para él 28 años de prisión por asesinato y maltrato habitual.