Ana María Naumann y Juan Antonio Quintana, de la asociación de vecinos Amigos entre todos, de Cortijo de Maza, señalan la parcela en la calle Pozos Dulces en la que piden un aparcamiento, «ya que en la calle no se puede aparcar porque no hay sitio». Lo peculiar no es su petición sino que detrás haya un caballo pastando.

La asociación de vecinos denuncia que es uno de los muchos animales de las casas ilegales sobre la vecina Realenga de Maza, dependiente de la Junta de Andalucía. «Los animales no tienen control sanitario; hay caballos, gallinas, gallos, muchos perros, cerdos...» enumera la presidenta, Ana María Naumann. Juan Antonio, por su parte, recuerda el día en el que en su casa se colaron dos de estos últimos animales.

Los dirigentes vecinales reclaman el derribo de las viviendas ilegales. «Tendrán escritura de las viviendas pero del terreno no. La mayoría de las casas previstas en esta zona están paradas por culpa de estas casas», señala Juan Antonio, que subraya que la Realenga, de unos 20 metros de ancho, ha quedado reducida a unos cinco metros a causa de estas construcciones.

Otra de las reivindicaciones vecinales se encuentra delante de estas viviendas: un pequeño parque lleno de eucaliptos. «El concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, me dijo que lo iba a cerrar con un murito», recuerda Naumann, al tiempo que destaca que el eucaliptal está dejado a su aire. «Y es zona verde del Ayuntamiento», recuerda Juan Antonio.

Otra cuestión pendiente para la asociación de vecinos Amigos entre todos es la situación de la calle Canal, en la que los jardines de varias viviendas ocupan parte de la vía pública y cortan la acera. Juan Antonio Acuña, vecino del Cortijo de Maza, llama la atención de un registro de Emasa que se encuentra dentro de los terrenos de una de las viviendas.

Por su parte Juan Antonio Quintana, vecino de la calle Canal que retranqueó su propiedad, muestra como ejemplo la escritura de una de estas casas y la compara con la referencia catastral: «La casa tiene ocupados 280 metros cuadrados de vía pública», destaca.

Para el dirigente vecinal es necesario que el Ayuntamiento enmiende de una vez esta irregularidad, y recuerda cómo en 2012, el grupo municipal de Izquierda Unida presentó una moción «aprobada por unanimidad, así que también con el voto del alcalde, en la que se pedía adecuar la calle conforme al PGOU».

Y lleva años la asociación reclamando un autobús de la EMT. Después de varios meses en funcionamiento, ha dejado de prestar servicio un autobús concertado con la Junta «porque llevaba tres veces al día al Plaza Mayor y nosotros lo que pedimos es una linea regular», destaca Ana María Naumann.

Juan Antonio Quintana recuerda que en Churriana hay tres líneas de la EMT «y cualquiera de ellas puede pasar por aquí».

Por último, piden que una zona para que los autobuses puedan dar la vuelta en el Camino del Pilar sea asfaltada (ahora mismo está resquebrajada y con chinos) y también esperan que el actual alcalde de Torremolinos, José Ortiz, cumpla su promesa y ponga aceras e iluminación al tramo colindante con la urbanización del Camino del Pilar.

La concejala de Churriana, María del Mar Martín, declaró ayer que el distrito está ya actuando en las peticiones que son de su competencia y aguardando informes de otras áreas para otras actuaciones pendientes.