Los daños que el último temporal de levante ocasionó a las playas de la Costa del Sol serán paliados lo antes posible con una partida de algo más de un millón de euros. Concretamente, la cifra que aprobó ayer el Gobierno para las obras de emergencia ascienden a 1.027.000 de euros. Tal y como informó la Subdelegación del Gobierno de Málaga, esta nueva inyección fue firmada por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, y la directora general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Raquel Orts, mientras la Jefatura de Costas de Málaga invertirá esa cantidad en las playas de Ferrara y El Morche en Torrox; La Malagueta, Caleta, Guadalmar y Arraijanal en la capital; Malapesquera en Benalmádena; Bombo y Butibamba en Mijas, y Cabopino y Las Chapas en Marbella. En el caso de Guadalmar, además de la reposición de arena, la obra incluirá el refuerzo de la escollera, precisaron las fuentes.

En breve. Sobre las fechas de las intervenciones, los responsables de Costas transmitieron su voluntad de comenzarlas «lo antes posible», aunque la opción que más peso adquiere es la del lunes 23 del presente mes de noviembre. Cuanto antes mejor, explicaron, ya que uno de los objetivos es que estos refuerzos ayuden a proteger las playas ante otros temporales de invierno. La cifra es prácticamente la misma que el jefe de Costas en Málaga, Ángel González, sugirió días después del temporal, cuando en un primer balance enumeró daños en al menos nueve playas. El propio González aseguró que Málaga no sufría una marejada similar desde hacía 20 años.

Según los datos de Puertos del Estado, las olas alcanzaron una media de 4,3 metros con picos ocasionales que llegaron a alcanzar los 6,53. El responsable de Costas reconoció que los daños no fueron mayores por la escasa duración del temporal, «unas pocas horas», y a que no coincidió con la pleamar o con un momento de mareas vivas, lo que hubiera producido la elevación en 40 centímetros de la altura del oleaje y muy posiblemente mayores desperfectos. El oleaje invadió en ocasiones hasta los 80 metros de playa y dejó imágenes desoladores en muchos puntos del litoral.