La tranquilidad y el delicado consenso sobre el proyecto del metro está empezando a resquebrajarse, de nuevo por la parte municipal. El rechazo frontal de los vecinos de Bailén a aceptar la construcción del metro en superficie por Eugenio Gross y Blas de Lezo ha hecho dudar al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. O más bien, hacer de nuevo patentes unas dudas que parece que nunca le han abandonado, pese a que se comprometió a defender esta opción en el acuerdo alcanzado con la Consejería de Fomento en noviembre de 2013.
La fuerte oposición que comprobó De la Torre en la reunión mantenida con un centenar de vecinos y comerciantes el miércoles por la noche ha hecho mella en el regidor. Si el domingo declaraba que iba a defender la opción del tranvía, ayer ya reculaba y matizaba que el acuerdo con la Junta señala que el proyecto se haga «con la condición de contar con la opinión de los vecinos».
A este punto se agarra De la Torre para mantener abierta una puerta de salida al acuerdo de 2013 ante la oposición vecinal. No obstante, no deja de ser una interpretación peculiar de la literalidad del acuerdo firmado con la Junta, donde se asegura dar voz a los vecinos para definir el tranvía, pero dando por hecha su ejecución: «Ambas administraciones se comprometen a introducir fórmulas de difusión y conocimiento del proyecto que se elabore entre el vecindario de las áreas de influencia de este nuevo trazado e incluyendo fórmulas de participación ciudadana en el proceso de su formulación definitiva», según el punto tercero del acuerdo del 11 de noviembre de 2013.
De la Torre sigue así moviéndose entre dos aguas, mostrando «la máxima lealtad en los dos sentidos» y defendiendo la opinión vecinal y el tranvía a la vez. ¿Imposible? Parece que para el regidor, no.
«Hay que gobernar por la gente, no sin la gente», insistió ayer De la Torre, quien achacó a la Junta que no ha aprovechado el tiempo «para explicar más el proyecto y venderlo», lo que hubiese permitido que se «entendieran las posibles ventajas en comparación con los inconvenientes que los vecinos ponen de relieve».
Comisión Mixta. La falta de contundencia del Ayuntamiento en la defensa del tranvía al Hospital Civil ha encendido las alarmas en la Junta de Andalucía, que insiste en que ese tramo es clave para asegurar un equilibrio en la explotación del metro al asegurar los 21 millones de pasajeros al año y compensar la pérdida de viajeros por no llegar a La Malagueta.
El primer paso para evitar una nueva crisis en el proyecto del metro ha sido convocar la Comisión Mixta de Seguimiento, en la que participa la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga. Todavía no hay fecha, pero esperan que sean en pocos días para trazar una estrategia común de ambas administraciones y despejar las dudas municipales, que hacen tambalear la defensa de este tramo en superficie.
Además, esperan que el Ayuntamiento elija la alternativa más adecuada para la reurbanización de Eugenio Gross y Blas de Lezo de las cuatro planteadas por la Consejería de Fomento. Argumenta el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, que desde que el 9 de septiembre se facilitó la documentación el Ayuntamiento no se ha manifestado por ninguna de las opciones, lo que impide avanzar en la definición del proyecto y explicarle a los vecinos la reurbanización.
De hecho, la Junta ha suspendido el encuentro que tenía previsto hoy por la mañana con los vecinos de Bailén, a la espera de reunirse con el Ayuntamiento y coordinar los mensajes de ambas administraciones.
El interés por el tramo en superficie del metro hasta el Hospital Civil viene motivado por la necesidad de alcanzar los 21 millones de pasajeros al año para no disparar los costes y cumplir con los compromisos con la concesionaria y el BEI, que ha aportado la mayoría de la financiación.
Desvíos. Los desvíos acometidos el miércoles en la avenida de Andalucía ocasionaron algunos atascos ayer a primera hora y por la tarde, coincidiendo con la hora punta, pero el nuevo itinerario funcionó mejor y la fluidez del tráfico se mantuvo casi todo el día.
