­La plantilla de Limasa se citará nuevamente con el conflicto laboral el próximo 22 de noviembre. El comité de empresa ha convocado una asamblea de «todos los trabajadores, fijos y eventuales» para esa fecha «para tomar decisiones» que pueden desembocar en movilizaciones, paros y huelga, dado que «el personal está muy cabreado y los ánimos están muy calientes», según precisó el presidente del comité, Manuel Belmonte. El comité llevará también a la asamblea cómo abordar el futuro de la empresa a partir de marzo de 2017, cuando finaliza el actual contrato.

La fecha de la asamblea que puede decidir un nuevo conflicto laboral en Limasa se fijó ayer poco después de finalizada la cuarta reunión de la mesa negociadora del convenio para 2016 «y constatar que la empresa se encoge de hombros y el Ayuntamiento no toma ninguna decisión hasta que no tenga el proyecto de presupuesto, lo que supone una provocación que nos aboca a un conflicto», precisó Belmonte.

En la reunión de ayer viernes, la dirección de la empresa transmitió al comité que el Ayuntamiento no se puede pronunciar acerca de sus peticiones porque aún no cuenta con el presupuesto municipal para 2016.

Reclamaciones

«Es más de lo mismo, siempre hay una excusa, con el objetivo de que haya conflicto», lamentó Belmonte. A su juicio, se trata de «una tomadura de pelo, no hay seriedad y no nos tienen en cuenta».

Frente a esto, reiteró que «nosotros somos coherentes, lo único que pedimos es lo que hemos dejado atrás durante estos años».

En concreto, recuperar la paga de productividad de 1.143 euros, aunque reflejada no como tal, sino prorrateada en la nómina bajo otro concepto salarial. En el lado opuesto se sitúa la empresa, que plantea la supresión definitiva de ese extra.

También reclaman la recuperación como descanso de los sábados y los domingos. Frente a esto, la empresa pretende que libren el domingo y cualquier otro día de la semana para ahorrarse la contratación de eventuales los sábados.

En cuanto a las vacaciones, piden que sean entre junio y septiembre, mientras que Limasa propone distribuirlas durante todo el año para no contratar los refuerzos estivales.

Asimismo, los trabajadores defienden que los acuerdos alcanzados en la Navidad de 2013, que pusieron fin a la huelga de basura, no tienen rango de convenio, por lo que parten del documento vigente de 2010 a 2012.

De todos modos, antes de esa asamblea de trabajadores, el martes 17 el comité de empresa volverá a reunirse con la dirección en el marco de la negociación colectiva que se lleva a cabo, aunque los representantes sindicales no se muestran muy esperanzados en que haya avances.