¿Qué hacer cuando un menor es expulsado de su centro escolar? La Asociación Cívica para la Prevención (ACP) de Málaga le ofrece una alternativa para que no pierda el ritmo académico, pero sobre para tratar de encontrar el origen del problema que ha motivado la sanción. El curso 2015-2016 es ya el sexto ofreciendo este programa, tiempo durante el cual han atendido a unos 300 menores.

El Programa Alternativo para Menores Expulsados (Pamex) empezó como una iniciativa piloto en el IES Juan Ramón Jiménez de Cruz de Humilladero, pero, dado su éxito, se fue extendiendo al resto de los distritos de la capital y ya hay adheridos 24 institutos. Un aumento que se ha producido únicamente a través del "boca a boca", tal y como ha subrayado el vicepresidente de ACP, Rafael Arredondo. Incluso, han recibido peticiones de otros municipios para implementar este proyecto.

Los medios materiales y humanos con los que cuenta ACP sólo hacen posible ofrecer siete plazas al mismo tiempo, que, en función de la duración de la expulsión de los alumnos, se traducirá en más o menos menores atendidos. Según la normativa, las sanciones pueden ir desde los tres días hasta los 29, aunque, para formar parte de este programa, el periodo mínimo ha de ser de cinco.

Los menores son atendidos de 10.00 a 13.00 horas en la sede de ACP, en el antiguo colegio Rafael Dávila de Cruz de Humilladero, según Arredondo, quien ha precisado a Europa Press que su intención es aumentar el horario, pero por el momento no es posible debido a esos impedimentos económicos, ya que implicaría más recursos humanos y de espacio, a los que "no podemos hacer frente".

Deuda de la Junta y aportación del Ayuntamiento

Y es que, aunque el proyecto está subvencionado por la Junta de Andalucía, en el marco de la convocatoria para la prevención, seguimiento y control del absentismo, esta Administración les debe las ayudas de tres años --unos 12.000 euros--, por lo que, actualmente, sólo cuentan con la financiación procedente del Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga.

La consecuencia de esos impagos es que "no podemos atender la demanda existente", ha advertido Arredondo; de hecho, ha lamentado que "antes de empezar ya tenemos cubiertas las plazas". Ha reconocido, no obstante, el papel del Consistorio, ya que "si no fuera por el Ayuntamiento, el proyecto no podría haber salido adelante".

De hecho, el Ayuntamiento ha destinado para este programa 6.000 euros de su última modificación presupuestaria, que se suman a los 5.000 ya concedidos, ha recordado a Europa Press la directora general de Derechos Sociales, Participación Ciudadana, Inmigración y Cooperación al Desarrollo, Ruth Sarabia, quien ha justificado este aumento aludiendo al hecho de que es la única opción para estos menores ante la falta de alternativa por parte de los propios centros. Ha incidido, además, en que el ideal sería que la asociación pudiera disponer de un aula en el propio instituto.

En cuanto al perfil del menor, la media de edad es de 14 años y, aunque hay mayoría de niños, se ha registrado en los últimos años un aumento de las niñas. Respecto al promedio de días de expulsión, se sitúa en los 10, y sobre los motivos que la han originado, en un porcentaje mayor es la reiteración de conductas contra la convivencia y no tanto agresiones físicas, injurias u ofensas. Destaca que ni siquiera el cinco por ciento de estos alumnos vuelve a ser sancionado.

En la mayor parte de estos problemas hay un trasfondo familiar, pero no por cuestiones de pertenecer a un determinado nivel socioeconómico; de hecho, no suelen ser familias que hayan acudido a los Servicios Sociales municipales, ha señalado Arredondo. Durante el pasado curso 2014-2015 fueron derivados al proyecto Pamex un total de 110 alumnos, lo que supuso un incremento del 23,60 por ciento respecto al anterior.

Arredondo ha incidido en la necesidad de trabajar el problema que ha motivado la expulsión, de modo que pueda haber un cambio de actitud. Para ello, se organizan talleres de habilidades sociales y resolución de conflictos, etcétera. En este punto, ha alertado de que "te das cuenta de que no tienen espacio donde hablar y comentar las cosas".

Familia

Asimismo, ha resaltado que los familiares son "muy importantes" y, de hecho, para que el menor forme parte de Pamex, es necesario que firmen un documento de compromiso, así como acudir a una primera entrevista, de la que "seguro que se sacará mucha información para detectar los problemas". "Tiene que haber una implicación", ha dejado claro, añadiendo que, en ocasiones, incluso, tras ese encuentro, se deriva a la familia a otro programa que tiene ACP de atención psicosocial.

Una vez que culmina la atención al menor, se envía un informe al instituto. En este sentido, el también presidente del Colegio Profesional de Trabajo Social de Málaga ha resaltado "la buena coordinación" que existe con los centros, que son, precisamente, los que solicitan formar parte del proyecto.

Pamex

Pamex es un proyecto educativo para el cambio de conducta de los menores expulsados. Durante el tiempo fuera del centro educativo pueden asistir a un aula de la ACP para trabajar las habilidades sociales que correspondan a las conductas que han motivado la sanción, así como sus consecuencias.

También se realiza un seguimiento y se ofrece apoyo para las tareas de clase que el menor tiene que realizar durante el tiempo que dure la sanción. Asimismo, se ofrece a los padres o tutores y a los centros escolares asesoramiento, acompañamiento y mediación familiar.