­El Sindicato de Enfermería (Satse) criticó ayer que la falta de camas en el Hospital Regional Universitario de Málaga y la consecuente «política de dispersión de pacientes infectados de klebsiella», está favoreciendo el contagio por infecciones cruzadas.

Satse señaló que empieza a ser un «problema crónico», ya que en las últimas semanas el hospital está soportando una media de 20 pacientes infectados por klebsiella, «que se encuentran repartidos entre más de 10 servicios distintos». Esta bacteria está implicada principalmente en infecciones de distintos tipos y en neumonías.

Esta situación ocasiona un «auténtico problema», tanto para médicos especialistas que deben ir de una unidad a otra para el seguimiento de sus enfermos, como para las enfermeras de las unidades donde se encuentran los pacientes, ya que, según explicó Satse en un comunicado, supone una sobrecarga de trabajo e incremento de tiempo para cuidados y medidas de protección.

«Pero también es un problema de disponibilidad de camas, pues son pacientes de larga estancia hospitalaria con muchos cuidados y con habitación de aislamiento, lo que conlleva tener camas en situación de no disponible», denunció el sindicato, pues las habitaciones suelen ser de dos camas, una la ocupa el paciente y la otra no puede usarse por el aislamiento.

Satse, como solución, propone tener una unidad de encame «preparada con medios y personal adecuados para situaciones como éstas, solo en determinadas ocasiones cuando la situación se desborda».

Fuentes del Hospital Regional desmintieron que haya un brote de klebsiella en el centro, y consideraron que se ha creado «una alarma innecesaria». «No hay relación alguna entre la gestión de las camas con los casos de klebsiella». Asimismo, indicaron que se trata de casos aislados, que, por ahora, «todo está controlado» y que el Servicio de Medicina Preventiva vigila este tipo de situaciones a lo largo de todo el año.