Los presupuestos municipales para el año próximo han salido ya de la cocina del equipo de gobierno, aunque este año será sólo una propuesta que se negociará con los grupos municipales para buscar una mayoría suficiente que asegure su aprobación.

Esto retrasará la presentación de las cuentas definitivas y dilatará su aprobación, ya que acaban de ser enviadas a la oposición para que las estudien y analicen sus propuestas, lo que aleja la posibilidad de aplicar el presupuesto desde el 1 de enero, como siempre ha defendido el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.

El proyecto de presupuesto elaborado por el equipo de gobierno supera levemente los 700 millones de euros, cifra que incrementa las cuentas actuales, que se quedaron en 699 millones de euros. El gran salto se aprecia en el presupuesto del Ayuntamiento de Málaga, sin contar con las empresas y organismos autónomos, que asciende en esta propuesta a unos 580 millones de euros, un 7% mayor que el de 2015, que rondaba los 540 millones de euros.

La clave de este incremento se encuentra en la previsión de aumento de los ingresos por la mejora de la situación económica, que permitirá disponer de más liquidez municipal. Además, para el próximo año se eliminan las limitaciones para solicitar crédito que pesaban sobre el Ayuntamiento de Málaga, ya que la importante reducción de la deuda municipal de estos años, que ya queda por debajo del 110% de los ingresos establecido como límite legal, ha permitido suavizar las condiciones de control de las cuentas.

Con este armazón queda negociar con los grupos municipales los apoyos suficientes para sacar adelante los presupuestos. El grupo municipal de Ciudadanos ya recibió el proyecto el pasado viernes y el resto de grupos estaba pendiente de acceder a las cuentas en estos días.

Este proceso puede retrasar el pleno de aprobación de los presupuestos bastante, ya que al tiempo necesario para estudiar las cuentas habrá que sumar la negociación de los cambios que permitan aprobar las cuentas. Además, una vez que se aprueben en pleno, tendrán que estar en exposición pública un mes. Este calendario hace imposible que esté en vigor el 1 de enero y lo más probable es que se empiece a aplicar a lo largo del primer trimestre.

Líneas de negociación. Los tres concejales de Ciudadanos son claves en sacar adelante los presupuestos, en tanto que el acuerdo de investidura plantea una serie de medidas que deben tener su reflejo presupuestario para asegurar su cumplimiento. El portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, subrayó que ahora están en pleno análisis del proyecto de presupuesto, aunque insistió en que sus propuestas de inclusión de nuevas partidas serán muy concretas y realizables. «Entendemos que quien gobierna debe hacer sus propuestas», indicó Cassá, quien recalcó que una de sus prioridades es asegurar que se recoja la inversión en el proyecto Málaga Code (para enseñar robótica e informática en el colegio) o los planes de reforestación (como el plan especial Gibralfaro).

La eliminación o fusión de parte de los 38 organismos municipales existente, la reducción de los sueldos de gerentes y cargos de confianza, la bajada de los impuestos hasta ahorrar 50 millones en cuatro años y potenciar la acción social son las principales vías de trabajo que tiene puestas sobre la mesa el grupo municipal de Ciudadanos y que van en la línea de lo planteado en el acuerdo que aseguró la investidura de Francisco de la Torre.