El comité de empresa de Limasa, tras la nueva reunión mantenida este martes en el marco de la negociación colectiva, ha acusado a la dirección de querer "bloquearla" para que "acabe habiendo un conflicto". De hecho, los trabajadores, fijos y eventuales, están convocados a una asamblea este domingo para tomar las decisiones que consideren oportunas y que podrían desembocar en movilizaciones.

"Es patético y vergonzoso que se tire el tiempo de este modo; es una tomadura de pelo". Así lo ha resumido a Europa Press el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, tras el encuentro de este martes, en el que no ha habido avances. No obstante, se han emplazado a una nueva reunión el 24 de noviembre.

En la reunión de este martes para definir el marco laboral que debería entrar en vigor el 1 de enero de 2016, la dirección de la empresa ha vuelto a trasladar al comité que el Ayuntamiento no se puede pronunciar acerca de sus peticiones porque aún no cuenta con el presupuesto municipal para el próximo ejercicio. "Es una tomadura de pelo, una forma de eludir el problema", ha considerado Belmonte.

En la asamblea del próximo domingo los representantes sindicales trasladarán a la plantilla la situación en la que se encuentra la negociación del nuevo convenio colectivo, pero también el futuro de la empresa Limasa --actualmente, el 51 por ciento del accionariado está en manos privadas y el 49 por ciento restante corresponde al Ayuntamiento--.

El actual contrato finaliza en abril de 2017 y los trabajadores reclaman que se aproveche el momento para su municipalización, una reivindicación secundada por los tres grupos de izquierdas en el Ayuntamiento, PSOE, Málaga Ahora y Málaga para la Gente.

Belmonte ha vuelto a defender que "nosotros somos coherentes, lo único que pedimos es lo que hemos dejado atrás durante estos años". "Si los partidos políticos dicen que hay una recuperación económica --ha expuesto--, es el momento de que nosotros tengamos lo que perdimos".

Peticiones. En concreto, recuperar la paga de productividad de 1.143 euros, aunque reflejada no como tal, sino prorrateados en la nómina bajo otro concepto salarial, es una de sus peticiones. En el lado opuesto se sitúa la empresa, que plantea su supresión definitiva.

También exigen la recuperación como descanso de los sábados y los domingos. Frente a esto, la empresa pretende que libren el domingo y cualquier otro día de la semana para ahorrarse la contratación de eventuales los sábados.

En cuanto a las vacaciones, de junio a septiembre, para los trabajadores, mientras que Limasa propone distribuirlas durante todo el año para ahorrarse los refuerzos estivales.

Convenio de 2010-2012. Asimismo, los trabajadores defienden que los acuerdos alcanzados en la Navidad de 2013, que pusieron fin a la huelga de basuras, no tienen rango de convenio, por lo que parten del documento vigente de 2010 a 2012.

Precisamente, la controversia que mantienen Limasa y la Junta de Andalucía acerca de si los acuerdos alcanzados en diciembre de 2013 tienen rango de convenio, como reclama la dirección de esta sociedad, o no, como defienden el Gobierno andaluz y los empleados, está inmersa en un proceso judicial.