­Si rectificar es de sabios, el Ayuntamiento de Málaga se apuntará hoy una medalla con dos cambios para eliminar atascos que realizará en el sistema de desvíos de tráfico por la obra del metro de la Alameda.

La calle Córdoba y el puente de la Aurora son los puntos señalados para rectificar los desvíos que se habían previsto sobre el plano y que, una vez puestos en servicio, se han demostrado como poco útiles. Es más, generan nuevos problemas.

El cambio de la calle Córdoba es quizá el más evidente. Un mes y medio después de que se dividiera el trazado de esta vía para incluir el doble sentido de circulación, con un carril manteniendo el habitual trayecto de subida hacia la Alameda y otro de bajada, la calle Córdoba empezó a presentar problemas desde el principio. La escasa capacidad de un carril para asumir los coches que llegaban desde Muelle de Heredia y desde la calle Vendeja se apreció el primer día. La situación se agravó con el cierre de carriles de la avenida de Andalucía y la Alameda en dirección a La Malagueta, que llevó a muchos conductores a buscar una alternativa por ahí. El cambio de sentido de la Alameda de Colón ha sido la puntilla.

El área de Movilidad volverá al diseño original, con un único sentido de circulación en dirección al norte, de forma que se vuelva a disponer de un doble carril y se elimine el sentido de bajada, que apenas era utilizado.

En el puente de la Aurora se optará por habilitar un doble sentido de circulación, de forma que se complemente a la actual disposición que permite el paso de vehículos desde la avenida de la Rosaleda hacia la calle Mármoles. Con el cambio previsto por el Ayuntamiento se habilita un segundo carril para dar salida al tráfico que llega desde la avenida de Fátima hasta la Rampa de la Aurora y así pueda girar hacia la avenida de la Rosaleda por el puente.

Perdidos en los cambios. El cierre del lateral norte de la Alameda y el puente de Tetuán, así como los cambios de sentido de la Alameda de Colón y la calle San Lorenzo, provocaron un enorme desconcierto en los conductores, peatones y ciclistas ayer por la mañana.

El cierre de los laterales ha bloqueado un cruce de peatones, de forma que muchas personas que atravesaban la Alameda por el paso de cebra de Stella Maris se encontraban con el resto del itinerario vallado y no podían llegar a Atarazanas, siendo desviados a izquierda y derecha para buscar un hueco.

Con los ciclistas pasaba algo parecido. El carril bici de la Alameda ha sido cortado en varios puntos, pero no se ha terminado de habilitar la alternativa para estos vehículos. Esto les supone que haya varios trozos inconexos de carril bici y nuevos trazados que no enlazan con nada porque no se ha terminado de habilitar y señalizar el nuevo itinerario, que irá paralelo a la acera donde están ahora los puestos de flores y que sólo se ha delimitado con los pivotes llamados jerseys.

El problema del tráfico se encuentra en que todavía no se ha asumido el uso habitual del desvío del Pasillo del Matadero para llegar a Muelle de Heredia. Muchos coches seguían ayer accediendo a la Alameda de Colón por el puente de la Misericordia, con idea de bajar hasta Muelle de Heredia. Sin embargo, el cambio de sentido de esta vía les cogió a muchos desprevenidos, que se vieron obligados a subir por la Alameda y continuar por el único carril habilitado en dirección a La Malagueta -que es para residentes-, saturando esta vía. La otra opción era volver al punto de partida e intentarlo por el Pasillo del Matadero, que estaba expedito.