­El policía local de Málaga al que la Fiscalía pide tres años de prisión por sabotear 13 motocicletas de la comisaría de barrio que el cuerpo tiene en el distrito Norte, en la calle Gaspar Núñez de Arce, negó en el juicio oral los hechos, según informaron a este periódico fuentes judiciales.

Las mismas fuentes explicaron: «Él lo negó, aunque es el único que se acerca a las motos». El plenario se celebró en el Juzgado de lo Penal número 11 de la capital este miércoles.

La Fiscalía solicita para el agente tres años de prisión por un supuesto delito de daños por inutilizar la flota al completo de motocicletas, un total de trece, de la comisaría del distrito Norte de la ciudad. La acusación pública también le reclama el pago de las costas y una solicitud de responsabilidad civil, en favor del Ayuntamiento de Málaga, de 1.191,16 euros más intereses legales.

Según consta en el apartado de conclusiones provisionales del escrito acusatorio, al que tuvo acceso La Opinión de Málaga, el procesado trabajaba entre las tres de la tarde del 6 de diciembre de 2012 y las cuatro de la jornada posterior en la comisaría de barrio que la Policía Local tiene en la calle Gaspar Núñez de Arce.

Desperfectos. Así, el funcionario es policía local de la Jefatura del distrito Norte. Por tanto, entiende la Fiscalía, que mientras desempeñaba su trabajo, «con ánimo de menoscabar la propiedad ajena, cortó el cable del embrague de ocho motocicletas marca BMW e inutilizó el sistema de arranque de otras cinco scooter propiedad todas ellas del Ayuntamiento de Málaga».

Los desperfectos fueron tasados en 1.191,16 euros, la misma suma que la Fiscalía solicita como indemnización para el Ayuntamiento de Málaga.

Este periódico adelantó en exclusiva el 21 de diciembre de 2012 que la flota de motos de la Policía Local de la zona Norte había sido inutilizada por un acto vandálico, un hecho que ocurrió un día antes de la celebración de la maratón de la ciudad, como explicó en su día el edil de Seguridad del Consistorio malagueño, Julio Andrade.

«Un sabotaje». Este explicó que el 8 de diciembre todas las motos de la comisaría Norte amanecieron dañadas. Algunas, incluso, tenían las cerraduras taponadas con silicona, a otras se les había desatornillado el cable del embrague y a otras tantas les introdujeron tornillos en el motor de arranque, dejando la flota al completo inservible.

El concejal calificó el acto de «sabotaje» y anunció una investigación interna que acabó desembocando en la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional.

El concejal también habló de la investigación interna que por entonces estaba en marcha en torno a la actuación de grupos de policías locales que protestaban en la calle contra el plan municipal de ajuste, aunque el sabotaje de la comisaría Norte no formaba parte de esas pesquisas internas. Decenas de agentes protagonizaron un altercado callejero con el alcalde y los concejales el día que se encendieron las luces de cara a la Navidad de 2012.

Finalmente, la Fiscalía malagueña abrió diligencias de investigación por aquella polémica callejera pero las archivó al considerar que no había indicios de delito.