Cerca de un 30% de la población española padece obesidad, una enfermedad que en dos décadas ha duplicado sus cifras hasta posicionarse como una de las más prevalentes y que más preocupa a los médicos, que la señalan como causa directa de otras patologías como el cáncer de endometrio, ovarios o próstata o con la diabetes tipo 2.

Ayer comenzó en Málaga el XII Congreso de la Sociedad Española para estudios de la Obesidad (SEEDO), que concluirá mañana y que pretende profundizar en el tratamiento de la obesidad como la epidemia del siglo XXI. El presidente de esta sociedad, Felipe Casanueva, recordó que la obesidad es una enfermedad más, como el resto. «Existe una mentalidad de que el obeso tiene falta de voluntad, pero no es un vicio, hay que abordarla desde un punto de vista global», señaló el doctor en la presentación del congreso, que reunirá estos días en Málaga a más de medio millar de profesionales que debatirán las causas del incremento de la prevalencia de la obesidad y sus enfermedades asociadas.

Casanueva señaló que cuando los expertos hablan de obesidad no se refieren a las personas que tienen unos kilos de más o sobrepeso, sino a quiénes padecen una enfermedad que requiere de seguimiento clínico y de tratamientos médicos. «Afecta al desarrollo neurocognitivo, favoreciendo la aparición de enfermedades como el alzheimer y reduce la esperanza de vida acortándola entre cinco y diez años», apuntó el experto, que se felicitó por que en los próximos años España vaya a luchar contra ese problema de salud público con una ley que promoverá actividades que prevengan esta enfermedad. También aplaudió que la Junta de Andalucía vaya a poner en marcha un plan pionero contra la obesidad.

El especialista de la Unidad Intercentros de Endocrinología, Metabolismo y Nutrición de los hospitales públicos de Málaga, y presidente a partir de enero de la SEEDO, Francisco Tinahones, recordó que estas actividades están especialmente dirigidas al público infantil y juvenil, ya que, según manifestó, España tiene las tasas más altas de obesidad infantil de toda Europa, con entre un 3 y un 5% de prevalencia. «Los pediatras nos dicen que los padres acuden a la consulta preocupados de que sus hijos no comen, pero no van porque coman más de la cuenta», señaló Tinahones, que subrayó la importancia de crear conciencia social para combatir la obesidad.

Los médicos también aludieron a que esta enfermedad está hoy ligada a la desigualdad social y señalaron la importancia de reducir el consumo de ciertos alimentos, así como la necesidad de hacer hincapié en la alimentación «con criterio». Tinahones recordó que si la dieta mediterránea volviera a instalarse en los hogares españoles la muerte por eventos cardiovasculares se reducirían en un 30%. «Seguirla tiene efectos más en la salud más potentes que muchos fármacos», apuntó, al tiempo que indicó que parte de las conferencias del congreso sobre obesidad versarán sobre nuevos tratamientos. En concreto, se refirió a la aparición de dos fármacos -uno inyectable y otro en comprimidos- que en los próximos años ayudarán a los médicos a luchar contra la obesidad, ya que pueden reducir en hasta un 5% la masa corporal.

El primero de ellos será aprobado por las autoridades sanitarias para 2016 y el otro aún tardará algo más. No obstante, los expertos recordaron que la obesidad ha de abordarse desde un punto de vista integral que reconozca, además del tratamiento médico, un seguimiento exhaustivo dietético, psicológico y con pautas de ejercicio.

Por este motivo, bajo el título «Obesidad y complicaciones metabólicas», el congreso médico permitirá exponer las perspectivas científicas y clínicas en el campo de la obesidad con el objetivo de dar respuesta a la problemática actual de esta enfermedad y abordará en mesas y ponencias todas las medidas para evitarla. Así, se tratarán aspectos tan variados como la estrecha relación entre diabetes y obesidad, las nuevas indicaciones y nuevas técnicas para su tratamiento quirúrgico, la dieta mediterránea, el efecto de las bebidas fermentadas en la salud y la utilización del azúcar o la sacarina.

Uno de los temas más significativos que se abordarán serán las alteraciones neurosensoriales y su influencia en el comer emocional, ya que el 50% de los casos de pacientes obesos tienen una menor capacidad olfativa, lo que ejerce una influencia directa en una mayor ingesta y consecuentemente un aumento de peso. También se darán a conocer los datos del Estudio ProKal que permitieron concluir, tras dos años de seguimiento, que una dieta hipocalórica y normoproteica no es sólo efectiva a corto plazo (un año) sino que mantiene sus beneficios dos años.

Otro de los temas más significativos a tratar será el nuevo urbanismo contra la obesidad.