Sin darnos cuenta día a día van desapareciendo de nuestro entorno edificios, rincones, comercios, centros de ocio, entidades bancarias, colegios, academias de enseñanza, costumbres€, que han formado parte de nuestra existencia y que por alguna causa justificada o no echamos de menos en un momento determinado. Entonces descubrimos su ausencia. En nuestro cerebro merodean de forma desordenada imágenes de lo que formó parte de nuestra vida diaria y que pertenecen a un pasado que no retornará.

Me sucedió hace unos días cuando al cruzar por la plaza de Uncibay me acordé del Málaga Cinema, un cine emblemático en la historia de nuestra ciudad. Fue demolido hace años perdiendo Málaga no solo un cine sino quizá la única muestra de la arquitectura cubista que existía en nuestro municipio. En su interior destacaba el anfiteatro o planta superior. Fue diseñado por don Juan del Río, propietario del cine. Era ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, y para evitar columnas proyectó el anfiteatro como si de un puente sobre un río se tratara.

Eché de menos en el mismo lugar dos estudios fotográficos que marcaron sendos hitos en esta actividad profesional. Uno era Foto Velasco; el otro, Mielgo.

Cristóbal Velasco, procedente de Jaén si mal no recuerdo, estableció su estudio en uno de los edificios que hoy sigue en pie. Se hizo famoso por su arte de fotografiar a las mujeres, y ante su cámara posaron las féminas más guapas de la ciudad a las que retrataba como ningún otro profesional conseguía. Era un maestro en el arte de colocar las luces para captar bellísimas imágenes. Velasco era un artista no solo en la fotografía sino en otras ramas. Todavía salen en procesiones de Semana Santa tronos diseñados por él. Diseñó también el Salón de la Estrella del Real Club Mediterráneo, un auténtico acierto destacando la gran lámpara que alumbra el recinto. Se encargó de la luminotecnia de actos celebrados en el Teatro Cervantes, en escenarios naturales€e incluso toreó en una becerrada con fines benéficos celebrada en La Malagueta.

Frente a Velasco tenía también un estudio fotográfico Mielgo, que era profesor de dibujo del Instituto de la calle Gaona. Carlos Mielgo se especializó en hacer fotos a niños. En su expositor había siempre imágenes de niños y niñas en todas las posturas sonriendo como todo padre desea tener a sus hijos en los álbumes familiares o enmarcados en el salón principal.

Juan Arenas

Pero en aquellos años de esplendor de Velasco y Mielgo había en Málaga otros muchos profesionales de rango, algunos muy especializados como los que estaban ligados a la prensa local y agencias de noticias, y otros, como vulgarmente dice, todoterrenos.

Uno de los históricos fue Juan Arenas, que en sus tiempos alternaba el periodismo escrito con el gráfico. A él se unió después su sobrino José Romero Arenas. En cientos o miles de fotografías del dúo Arenas está la historia de Málaga. Junto a ellos se formó Bienvenido Guirado que dejó la foto de estudio para entregarse de lleno a la fotografía de prensa.

El estudio estaba en un ático de la calle Santa María. La luz natural del ático les permitía trabajar sin necesidad de recurrir a la artificial.

Afortunadamente todo el archivo Bienvenido-Arenas se conserva. Hace unos años, la Universidad de Málaga adquirió todo ese valiosísimo tesoro que permite recomponer el pasado de Málaga a través de sus obras, realizaciones, personajes, ferias, catástrofes, Semana Santa, deportes, fiestas de sociedad, inauguraciones...

Más fotógrafos

Otro fotógrafo que destacó hace más de ochenta años, y del que creo se conserva gran parte de su producción, fue Wandre, que tenía su estudio en los bajos de un edificio de Puerta del Mar. Las fotos familiares fueron una de sus especialidades. Muchas empresas y particulares acudían a su estudio para que hiciera fotocopias de documentos porque las fotocopiadoras no se habían inventado aún. Entonces se hacía una foto al documento que se precisaba presentar sin desprenderse del original.

Apolinar Gallardo Guidet vino a Málaga procedente de Tetuán. Como era fotógrafo de Prensa se enroló en La Tarde, convirtiéndose en el redactor gráfico del periódico local. Junto a él trabajó su hijo Emilio, que murió muy joven. Ignoro qué ha sido del archivo Guidet. Todo lo que sucedió en Málaga desde que llegó de Tetuán hasta la desaparición de La Tarde fue recogido por las cámaras de Guidet padre e hijo.

También fueron redactores gráficos de La Tarde los hermanos que firmaban sus trabajos como Foto Hall, que era el nombre del estudio en el que atendían todo tipo de trabajos.

Molina, fotógrafo todoterreno, trabajó para las agencias de noticias e incluso para el No-Do, cambiando la cámara fotográfica por el tomavistas. Fotos con su firma deben de estar en revistas, periódicos y publicaciones de toda España.

Zubillaga se instaló en Puerta del Mar. Si la memoria no me falla su especialidad era la fotografía industrial. Las industrias radicadas en Málaga recurrían a él para que plasmara imágenes de sus instalaciones. Desapareció no sé si por fallecimiento o por trasladarse a otra provincia.

Enrique Rincón fue redactor gráfico de Sol de España durante todo el periodo de existencia del periódico que vino a rejuvenecer y darle un aire nuevo a la prensa local. Fallecido hace unos años desconozco el destino de sus miles de instantáneas de la vida local y provincial de Málaga. Era una persona encantadora enamorada de su trabajo y amigo de todos los que ejercíamos la profesión periodística en nuestra ciudad.

Los dos hermanos Salas y Salvador o Bori, hijo de uno de ellos, fueron redactores gráficos de Sur durante largo tiempo. Su archivo debe de conservarse en la sede del citado diario.

Fernández Casamayor también a lo largo de su carrera captó imágenes, instantáneas, fotos de estudio de la vida local. Fue el fotógrafo, digamos oficial, del Teatro Cervantes. Todas las compañías de comedia, drama, revista, folclore, ópera, zarzuela€ que pasaron por el primer teatro de Málaga fueron recogidas por la cámara de Fernández Casamayor, otro valioso archivo que merece ser conservado.

Superviviente, y ojalá por muchos años, de aquel conjunto de excelentes profesionales, unos dedicados al periodismo y otros a fotos de estudio, bodas, bautizos y eventos familiares, es Eugenio Griñán, que trabajó por libre y recogió imágenes de todo cuanto acontecía en Málaga. El suegro de su padre era fotógrafo, profesión que heredó el hijo. Eugenio iba por libre, trabajó para las agencias Fiel y Torremocha, para los periódicos Ideal, La Tarde y Sol de España. Hoy está retirado pero no ha olvidado su afición de lo que fue su medio de vida. Ha ido guardando celosamente todas las cámaras fotográficas y cinematográficas, proyectores y material relacionado con la imagen hasta el punto de montar un pequeño museo en el que el aficionado y el profano pueden disfrutar y comprobar la evolución que ha experimentado la industria fotográfica y cinematográfica en pocos años. Griñán no se ha jubilado del todo porque al menos en estos últimos años ha montado, que yo recuerde, dos exposiciones, una en la Casa Hermandad de la Cofradía de Mena y otra en la sala Moreno Villa en los bajos del Teatro Cervantes.

Los hermanos Durante

Los hermanos Fermín y Adolfo Durante crearon Foto Durante en la calle Especerías, que aun existe, regentada ahora por otro conocido fotógrafo malagueño, Miguel Ángel. El origen hay que buscarlo en un tío abuelo de Adolfo y Fermín, que en la calle Duque de la Victoria tenía un estudio con el enunciado de Foto Grecia, especializado en la restauración de fotografías antiguas y deterioradas. Foto Durante fue una institución en la vida malagueña, donde los dos hermanos retrataron, como vulgarmente dice, a media Málaga. Fermín no solo trabajó en el estudio fotográfico sino que se dedicó a la pintura, con preferencia el retrato. El boca a boca, o más correctamente de ojos a ojos, los retratos de Fermín se cotizaron hasta el punto de dejar la fotografía por la pintura. En muchos hogares malagueños hay además de retratos familiares otras obras que contemplamos en su día en las exposiciones que celebró.

Disculpa por los olvidos

Quizás haya olvidado en este desordenado recorrido por el mundo de la fotografía en Málaga algunos nombres y su obra. Pido disculpas por esas seguras omisiones porque todo lo he supeditado a mi memoria, a los recuerdos que tengo de cada uno de los citados artistas de la cámara, que hoy tiene destacados sucesores y que no cito salvo los que a diario recogen en La Opinión de Málaga la actualidad local, como Arciniega, Álex Zea, Gregorio Torres€ y que ilustran los reportajes que llevan mi firma bajo el enunciado de Memorias de Málaga.