­Segunda noche de protestas en el restaurante de La Cónsula. Y los alumnos, a pesar del cansancio acumulado, se sienten más fuertes que el día anterior. Entre otras cosas porque son más, ya que ayer a los estudiantes de cocina se sumaron los de sala, haciéndose así también responsables de un encierro que se mantendrá hasta que la Junta no propicie una solución a la situación de la escuela de hostelería. «No nos iremos hasta que haya arreglo», insistió ayer Claudia Otero, portavoz de los estudiantes.

Desde el lunes a las 11.00 horas una treintena de alumnos de primer y segundo curso de cocina mantienen este encierro indefinido como medida de presión por los «continuos incumplimientos» de la Junta de Andalucía, que sigue sin pagar las nóminas de los trabajadores, sin incluir al consorcio en el proceso de integración en el SAE y con cientos de facturas pendientes en los cajones.

María José López, otra alumna de segundo de Cocina, advirtió ayer a Europa Press de que «el problema no es nuevo, el curso pasado ya dimos sólo tres meses de curso y continuamos perdiendo clases prácticas, con escasez de alimentos y profesores sin cobrar». «Llevamos tres años con promesas e incumplimientos, y estamos cansados de palabras», afirmó.

Todos estos inconvenientes terminan por repercutir en la formación de este alumnado, que está harto y ha explotado, protagonizando este encierro. Los profesores, por su parte, entienden los motivos, pero no comparten las formas. En todo caso, señalan que lo que más les perjudica es no cobrar y no poder desarrollar su trabajo en condiciones óptimas, cuando fue la Junta la que les insistió en que iniciaran el curso con normalidad el pasado mes de septiembre.

Estos dos meses solo han servido para certificar el abandono de la escuela, que lleva tres años en la cuerda floja.

El restaurante de La Cónsula permanece cerrado, ya que el encierro impide cualquier actividad. Además, los trabajadores de cocina llevan a cabo desde este martes una huelga de dos horas, desde las 14.00 a las 16.00 horas, por lo que no es posible ofrecer almuerzos.

El lunes por la noche recibieron la visita del delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, «que nos contó todos los trámites que hay que seguir y que no se pueden saltar», explicó Otero. En la mañana de ayer, el abogado liquidador, José Carlos Aguilera, volvió a las instalaciones para preocuparse por la situación de los alumnos, que pudieron desayunar después de varias hora sin comer nada, gracias a los alimentos que les llevaron sus profesores de cocina.