¿Qué reclaman los trabajadores de Limasa? Fundamentalmente tres cosas a las que renunciaron en diciembre de 2013 para lograr un acuerdo que desconvocase la huelga programada. Recuperar la paga de productividad, fijada en 1.431 euros; volver a que los dos días de descanso sean en fin de semana y no el domingo y un día entre semana y, en tercer lugar que las vacaciones se disfruten entre mayo y septiembre. Estas medidas han sido valoradas por la empresa en unos 8,2 millones de euros. Lo que más se lleva es la paga de productividad, pero volver a los descansos en fin de semana y acortar los meses en que se puede disfrutar las vacaciones también cuestan dinero pues obligan a la contratación de eventuales para suplir a los fijos en esos descansos.

Esto son los principales asuntos que estaban sobre la mesa en la negociación que se ha venido desarrollando desde pasadas las 20:30 horas en el Ayuntamiento de Málaga entre representantes municipales, con Francisco de la Torre a la cabeza, y el comité de empresa de Limasa y que ha concluido pasadas la medianoche, sin acuerdo. A la conclusión de la misma, en rueda de prensa, el alcalde ha anunciado que la empresa y el Ayuntamiento han pedido la suspensión cautelar de la huelga hasta que se aclare si los acuerdos de diciembre de 2013 tienen rango de convenio. Además, Francisco de la Torre ha admitido que "atender la globalidad de las peticiones de los trabajadores es imposible". Por parte del comité de empresa, sus representantes han acabado la reunión con un sentimiento de decepción.

La polémica central que separa a ambas partes es la siguiente: en diciembre de 2013 se firmaron unos acuerdos que ponían fin a la huelga y que suponían dejar en suspenso determinados artículos del convenio colectivos relacionados con la paga de productividad, los descansos de fin de semana y las vacaciones. ¿Tienen rango de convenio estos acuerdos, o no? Si tuviesen rango de convenio, como defienden la empresa y el Ayuntamiento, su vigencia podrá continuar mas allá del 31 de diciembre de este año y hasta que se firmara un nuevo convenio. Por contra, si no tuviesen rango de convenio -como ha dictaminado ya por dos veces la Junta de Andalucia y defienden los trabajadores-, su vigencia llegaría solo al 31 de diciembre y a partir del 1 de enero -si antes no hay un nuevo convenio- volverían a entrar en vigor los antiguos artículos.