­La Cámara de Cuentas de Andalucía está auditando la gestión de los complejos sanitarios Carlos Haya y Clínico. En concreto, la institución está investigando las cuentas relativas a 2013 para detectar si ha habido irregularidades.

Fuentes del sindicato UGT manifestaron a La Opinión que la Cámara de Cuentas está analizando numerosa documentación relativa a las cuentas de 2013, el primer año completo tras la fusión interhospitalaria, que se produjo a finales del año anterior. «Estas cuenta suponen todo un galimatías a aclarar», señalaron, al tiempo que explicaron que este análisis responde al interés de un grupo de trabajadores interesados por resolver ciertos asuntos. «El personal nos ha trasladado su satisfacción por la auditoría a la que están siendo sometidas las cuentas del complejo», manifestaron desde el sindicato, que señaló que confió en que las conclusiones de las auditorías aclaren las dudas sobre los presupuestos de 2013.

Pese a que la Cámara de Cuentas investiga de manera regular todas las administraciones para confirmar la transparencia de las cuentas, UGT considera que en los estudios se encontrarán «lagunas». «Aunque esta auditoría entra dentro de la normalidad, los trabajadores están muy interesados en aclarar varias cuestiones que cada día observan con incertidumbre», señalaron desde el sindicato, que espera que se aclaren dudas respecto a numerosos aspectos que han observado más «opacos» desde que se fusionaron los hospitales.

En concreto los sanitarios con los que ha contactado el sindicato para tratar este asunto les mostraron su interés por que se investigue la productividad de los directivos y jefes de las unidades de gestión clínica, las productividades por razón de servicio, los complementos por dispersión geográfica, los traslados en ambulancia, las visitas a domicilio de rehabilitadores, las guardias de supervisores y del resto de personal así como las noches y festivos no grabados en el programa de turnos. «La Intervención provincial no empezó a controlarlo hasta 2013», señalaron las fuentes, que destacaron que otros de los aspectos que pueden estar en entredicho son las gratificaciones de trasplantes y quiénes las cobran.

«Para nosotros conocer estos datos sin esta auditoría es imposible, las direcciones se escudan en la Ley de Protección de Datos para facilitarlos y que así los sindicatos no podamos fiscalizar su gestión», apuntaron desde UGT, desde donde señalaron que la labor que está desarrollando la Cámara de Cuentas de Andalucía será «complicada de cuadrar» pues las resoluciones de las productividades han estado viniendo en conjunto con las del Clínico a raíz de la fusión.

«En los planes de actuación de la Cámara para 2015 está, además de lo dicho anteriormente, otros organismos y la fiscalización de determinados procesos de gestión de personal de la Administración de la Junta de Andalucía», señalaron las fuentes, que confirman la respuesta del hospital, que señala que se trata de una gestión rutinaria. «UGT sigue creyendo que es necesario y urgente separar la fusión de los hospitales Carlos Haya y Clínico para que no queden enmascarados y en eterna sospecha los presupuestos de cada centro sanitario», insistieron las fuentes del sindicato, que apuntaron a que, a pesar de que la fiscalización comenzó en el complejo Carlos Haya, varios trabajadores han confirmado que los auditores también han pedido documentación relativa al hospital Clínico.

Fuentes de la dirección de los hospitales manifestaron, no obstante, que este tipo de controles se llevan a cabo cada año de forma habitual y periódica en todas las instituciones públicas, tal y como establecen las directrices legislativas sin que en esta ocasión la auditoría sea excepcional. Desde la Junta señalaron que obedece a una fiscalización ordinaria de los recursos ordinarios de años previos.

Revisión de contratos

Si bien desde UGT aclararon que la Cámara de Cuentas puede investigar a una Administración por oficio -por rutina- o por una petición política, ya hace semanas que la Cámara de Cuentas está revisando documentación y pidiendo informes y contratos. «Ahora el personal está buscando papeles y justificaciones de contratos, parece que están buscando responsabilidades por si hallaran irregularidades. Están auditando todo, los dos complejos», manifestó un sindicalista.

Bajo el punto de vista del sindicato, la fusión complica aún más conocer el destino de ciertas compras y, más aún, hallar las justificaciones. «Ha creado incertidumbre entre los trabajadores por lo que pedimos que clarifique la gestión hecha en 2013, ponemos en duda la gestión hecha entonces. Creemos que van a encontrar lagunas difíciles de justificar, porque ha habido gente que ha cobrado por un concepto distinto al del cuadrante y se han realizado contrataciones para pagar excesos de jornada y esos trabajadores directamente no se han incorporado», apuntaron desde UGT, quiénes señalaron que con la fusión se ha buscado más rentabilidad económica que social o asistencial. «Nos gustaría saber si estas gestiones buscan desfusionar los hospitales», se preguntaron.