­El restaurante de La Cónsula es el alma de la escuela de hostelería, de un centro de referencia gastronómica con fama en toda Europa y que hoy vive un auténtico e inexplicable suplicio por culpa de la burocracia más absurda e insensible. El establecimiento es rentable y ha logrado ingresos muy superiores a los previstos, según se recoge en el balance de liquidación que el consejo general de este consorcio aprobó ayer.

En los últimos ocho meses (desde abril hasta noviembre de 2015), la actividad restauradora de La Cónsula ha obtenido 117.278 euros, 32.997 euros más de los inicialmente presupuestados. Y eso que no pasa por su mejor momento. El tiempo que estuvo cerrado, la amenaza que pesa sobre el futuro del centro... ni siquiera todos estos reveses han hecho mella en su prestigio y desde que recuperó la actividad ha contado con reservas diarias y lleno de una clientela extremadamente fiel.

Los datos demuestran una vez más lo incomprensible de la decisión de la Junta de ralentizar todo el procedimiento, hasta el punto de asfixiar a profesores y alumnos, que ayer mantenían su encierro en la escuela y se manifestaron ante la sede de la Delegación del Gobierno andaluz, lugar donde se desarrolló la reunión del consejo general.

La sesión sirvió para aprobar el balance final de liquidación, que se completará con un informe de la Intervención del Consorcio, así como para la contratación de una auditoría de dichas cuentas, «requisitos previos e imprescindibles para la aceptación por parte del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) de la integración del Consorcio», informó ayer la Junta en un comunicado.

Sin duda que es un paso, pero no la solución a los problemas de la escuela de hostelería. Al menos de forma inmediata. En efecto, la aprobación de estos acuerdos supone avanzar en el proceso para la integración definitiva en el SAE, según lo previsto en el decreto ley de 15 de septiembre, pero solo quedará culminado una vez se proceda a la cesión definitiva de los activos y pasivos del Consorcio, previamente auditados. Y para ello es imprescindible que la Consejería de Empleo, que hasta ahora ni está ni se le espera, aporte su parte de 441.688 euros. Según un documento al que ha tenido acceso este periódico y como informó ayer, consta que la Junta no solo no paga, sino que ni siquiera responde a los correos electrónicos que se les envían desde Málaga requiriéndole este pago que «nadie discute», «pero el instrumento financiero para transferir los fondos no ha sido posible establecerlo. No es viable una subvención y tampoco una transferencia de financiación».

Tras la aprobación de las cuentas del consorcio de La Cónsula y la realización de la auditoría de las cuentas de la entidad, se convocará un nuevo consejo para su aprobación y para la cesión definitiva al SAE de los activos y pasivos del consorcio, con lo que el proceso quedaría culminado y ya el SAE procedería a la integración.

El consejo también aprobó encargar la auditoría de cuentas de La Cónsula a la sociedad Avanter Auditores, que ha sido la encargada de auditar las cuentas del resto de consorcios escuela de Andalucía.