El apoyo que reciben los alumnos de La Cónsula, que ayer cumplieron 15 días de encierro indefinido en el restaurante de la escuela de hostelería, va más allá de los vídeos publicados en internet o los tuits de ánimo escritos por los más importantes y reconocidos chefs españoles. Ayer, los cinco estrellas Michelin que se formaron como cocineros en este prestigioso centro, ahora abandonado por la Junta de Andalucía, se reunieron con los estudiantes para interesarse por su situación, llevarles alimentos y mostrarles su aliento.
Dani García, que fue de los primeros en mostrar su apoyo la pasada semana, José Carlos García, la cordobesa Celia Jiménez, Paco García (El Lag0) y Diego Gallegos (El Sollo) acudieron en persona al centro junto a otros antiguos alumnos y familiares, según explicó Sara Moreno, alumna de Cocina que participa en este encierro. Las reivindicaciones a través de las redes sociales con la etiqueta #Salvemoslaconsula protagonizadas por Ferrán Adriá, David Muñoz, Pedro Subijana, Alberto Chicote, José Andrés y el propio Dani García, manifestando su solidaridad, se convirtieron ayer en un apoyo más cercano y cálido. El objetivo el mismo: poner en evidencia y reclamar que, de una vez por todas, la escuela retorne a la normalidad y supere este largo periodo de convalecencia e incertidumbre administrativa.
Porque en realidad, las novedades no existen. Moreno reconoce que tras dos semanas de encierro los días «se hacen duros». «Pero aquí nos mantenemos y no ponemos fecha al final. Seguiremos luchando», admite esta alumna, que afea a Susana Díaz su actitud al rehusar entrevistarse con los representantes de los trabajadores. «Lo mismo que ha llamado a Dani García, que nos atienda a nosotros», critica.
Tampoco hay demasiadas novedades en La Fonda, para desgracia de sus estudiantes y profesores, más allá de que ayer se reunió el consejo rector de este consorcio, que aprobó el balance final de liquidación, que se completará con un informe de la Intervención del consorcio, así como la contratación de una auditoría de las cuentas, requisitos previos e imprescindibles para la aceptación por parte del Servicio Andaluz de Empleo (SAE). No deja de ser un paso administrativo, pendiente también de que la Junta abone su parte, toda vez que el Ayuntamiento de Benalmádena ya aportó los 32.196,24 euros que le correspondían, y con el que los profesores han podido cobrar dos nóminas.
Pese a que los liquidadores se han dirigido por escrito en dos ocasiones al SAE y a la Dirección General de Formación para el Empleo en reclamación de la cantidad que la Junta de Andalucía está obligada a aportar a este presupuesto, (222.381,67 euros), hasta el día de hoy ni ha pagado ni ha dado explicación alguna de su incumpliemiento.
Hartos de excusas, los alumnos han iniciado una recogida de firmas en internet para denunciar el abandono que sufre la escuela por parte de la Junta. También han publicado un manifiesto que remitirán a la presidenta Díaz en el que explican la situación de dejadez que sufren, sin clases, maquinaria rota e impagos a plantilla y proveedores.
En el texto, publicado en la plataforma change.org, los alumnos recuerdan que fue el propio Gobierno andaluz el que convocó el inicio del curso 2015/16 aportando las fechas de matriculación y comienzo de las clases, «dando a entender a los alumnos matriculados, tras haber pasado un proceso de selección, que el curso se va a desarrollar con total normalidad». Nada más lejos de la realidad. No había personal suficiente para impartir las diferentes materias teóricas ni para el desarrollo de las prácticas. «Incluso a día de hoy ha habido bajas en el profesorado a raíz de toda esta situación en la que nos encontramos», señalan.
Las instalaciones se encuentran en pésimas condiciones, la maquinaria y equipamientos inutilizables por la falta de uso y de mantenimiento, «equipos que necesitarían reparaciones para su funcionamiento, además maquinaria que estructuralmente está falta de algunos de sus componentes. Y los proveedores han perdido toda la confianza y han dejado de servir productos.
