Parir es el acto más puro y natural del ser humano. Dar vida después de nueve meses de gestación en la que la creación pasa a un segundo término para dejar paso al desarrollo. Pero durante cincuenta años la sociedad occidental ha desnaturalizado el dar a luz, medicalizando un acto cuya sencillez no requiere de más aderezos que los propios para evitar complicaciones.

Pero de unos años a esta parte la maternidad parece estar volviendo a ser natural, pese a que se dé a luz en salas de luces halógenas y rodeada de personas desconocidas. Una regresión a la pureza sin olvidar que estamos en el siglo XXI y sin dejar de contar con los avances científicos propios de la evolución de la medicina.

En 2007 surgió el denominado documento «Estrategia de atención al parto natural», un informe que avalaba introducir cambios para que todo lo que rodeara al nacimiento fuese lo más natural posible para la madre y el bebé. Una vez evaluado y visto sus ventajas, Andalucía instauró el «Proyecto de humanización perinatal», que se fue implantando poco a poco en los centros sanitarios de la comunidad. El Hospital Clínico de Málaga recogió pronto el guante y se implicó en esta humanización, lo que le ha valido el reconocimiento de numerosas asociaciones de pacientes relacionadas con la maternidad, que lo reconocen como un centro que «respeta» el parto.

El coordinador de Enfermería del Área materno infantil intercentros de los hospitales malagueños, Antonio González, señala que los hospitales malagueños se están adaptando poco a poco a la humanización, aunque reconoce que el Clínico va más adelantado que el Materno a consecuencia de que es un centro más pequeño y joven que el de la avenida del Arroyo de los Ángeles.

La primera de las estrategias por la que se está apostando es la de «no separación». Dentro de este plan, que ya se hace en ambos centros sanitarios, está el conocido como «piel con piel» o «método canguro», es decir, poner al bebé inmediatamente tras el nacimiento pegado al pecho de su madre y, si no, de su padre para darle calor y cobijo. Ahora, en el Clínico van a empezar a hacerlo en los quirófanos tras los partos por cesárea en los que la mujer sólo haya recibido como anestésico la epidural.

Otro de los puntos dentro de la estrategia «de no separación» es no despegar a la madre y al niño a no ser que exista un problema médico grave. Desde 2013 los niños ingresados con ictericia que requieren de fototerapia o los prematuros que necesitan engordar conviven con la madre en la habitación -siempre con los medios sanitarios necesarios-. «Se ha demostrado que no hay eventos adversos ni complicaciones y se mejora la lactancia», señala González, que reconoce que otra de las patas fundamentales que ha revolucionado la neonatología en los últimos años es el fomento de la lactancia materna.

De este modo, están desterrando el uso de tetinas, biberones y suplementos hasta que a las madres que desean dar el pecho no les ha subido la leche. «Ahora, los primeros días, damos leche en jeringa para que el recién nacido no se acostumbre a la tetina», destaca el coordinador de Enfermería del Área materno infantil intercentros, que recuerda que el niño, en las primeras 48 horas de vida, lo que necesita es el calostro de su madre. «Fomentar que succione ayuda a que la leche suba antes y a que el útero se contraiga», apunta.

Además, están trabajando por que las madres de niños ingresados en neonatología se extraigan leche materna para cuando no estén y así evitar la leche artificial. «Todo lo que rodeaba al nacimiento ha sido muy artificial en los últimos años. Desde los nidos hasta la leche artificial pasando por la medicalización: perdió el sentido», apunta Antonio González, que indica que cada día son más numerosos los artículos basados en la evidencia que demuestran cómo estos cambios mejoran el desarrollo perinatal, disminuyen la depresión postparto y benefician a la salud del recién nacido.

Ahora el Clínico se halla inmerso en la acreditación de Unicef de Hospital Amigo de la Infancia para sumarse al Costa del Sol, que lo logró hace ya unos años convirtiéndose en el primero y único de Andalucía.