­Si se toman los presupuestos de la Diputación como una primera pulsación para medir la capacidad de PP y de PSOE para llegar a consensos en cuestiones de supuesta importancia para el vital funcionamiento y la estabilidad de algo, ayer quedó demostrado que ese talento aún se encuentra ausente, al menos, entre lo que han sido hasta ahora los dos partidos hegemónicos que han ido marcando la política en este país. En un pleno extraordinario que se celebrará esta mañana, la Diputación sacará adelante sus presupuestos para el año 2016 con el único voto en contra del PSOE, que ha adoptado la determinación de vetar unas cuentas que considera que «huelen a vieja política» y que no acaban con la discrecionalidad en el reparto de las subvenciones. En todo caso, los presupuestos saldrán adelante con el voto a favor de Ciudadanos, mientras que Izquierda Unida y Málaga Ahora optarán por dar su «voto de confianza» mediante la abstención.

En el proyecto de presupuesto para 2016 que presentó ayer el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, la provincia dispondrá de unos 228 millones de euros, cifra que supone un aumento de un 4 por ciento comparado con el año pasado y que sube hasta los 293 millones, si se engloban las partidas para los patronatos (Patronato de Recaudación y Turismo Costa del Sol) y los cinco consorcios que dependen del ente provincial. Después de cierta polémica, con Ciudadanos levantado la queja porque consideraban que el equipo de gobierno popular estaba dilatando los plazos para entregarle el borrador de los prepuestos a la formación naranja para su detenido estudio, su portavoz, Gonzalo Sichar, se congratuló sobre el consenso adquirido finalmente. Sin precisar el grado exacto de una posible artificialidad del cabreo previo, se unió a la foto de familia que juntó en una misma mesa a Bendodo con el resto de los portavoces de los grupos políticos, quitando la ausencia del portavoz socialista, Francisco Conejo.

Presupuestos del consenso. A pesar de la negativa socialista, Bendodo insistió mucho en el consenso con el que se han redactado estos presupuestos y señaló que escenifican unas cuentas «hechas por todos los partidos». Preguntado por la negativa socialista, explicó que responde a un giro debido a los resultados electorales del pasado domingo y acusó a su portavoz de sacrificar el consenso en favor de intereses partidistas.

Bendodo insistió en el aumento del presupuesto y rechazó las críticas socialistas, asegurando que el proyecto elaborado entre todas las fuerzas políticas no concede espacios a la discrecionalidad y que se ha reservado una partida elevada en materia social. Para el PSOE, sin embargo, el proyecto que se aprobará hoy supone votar «las cuentas del PP y no las cuentas de una institución que abrió una nueva etapa con un gobierno en minoría tras las elecciones. Conejo, que tildó el presupuesto de 2016 de «un presupuesto dirigido al culto a la personalidad del presidente de la Diputación», echó de menos un plan de empleo dirigido a mujeres y personas de riesgo en exclusión social». Tanto Málaga Ahora como IU expresaron que su intención con la abstención es dar un «voto de confianza». También, al igual que PP y Ciudadanos, hubieran deseado que el PSOE hubiera estado presente en la foto del consenso.