Frustración navideña en vez de vacaciones en Palma de Mallorca

­El espíritu del Grinch, ese personaje mítico que detesta la Navidad, se dejó caer ayer por el aeropuerto de Málaga. Despegar hacia Palma de Mallorca para pasar diez días en la isla. Ese era el plan inicial. Pero, en vez de un trozo de paraíso balear, lo único que hubo finalmente a lo largo de la tarde fue una dosis elevada de frustración navideña. Con reserva, pero sin viaje. La maleta hasta los topes y cargada de felicidad prevacacional, pero sin rumbo firme. El rostro descompuesto ante lo que el día 28 todavía hubiera colado por una inocentada de mal gusto. Así se quedaron ayer unos 20 jubilados procedentes de Torremolinos, Granada y Córdoba. Iban a pasar el Año Nuevo lejos de Andalucía gracias al Imserso, pero nada salió como estaba planeado por un fallo en la gestión en la reserva de los billetes de avión que dejó a estas personas mayores en tierra y con el sinsabor de ver que el asunto, de broma, tenía ya poco. Tristeza, decepción y desilusión. Son los sentimientos que invadieron ayer a estos jubilados cuando se pasó de la confusión inicial a la constatación de que en Air Berlin, compañía aérea que iba a llevarlos a Palma de Mallorca, no había ninguna reserva hecho que coincidiera con cualquiera de los nombres de los allí presentes.