­El momento crucial del parto lo describe Kirsty Cudlipp como una liberación. A las 1.30 de la madrugada, cuando Charlie Tony culminó su camino para convertirse en el primer niño que nace en la provincia de Málaga en el año 2016, la sala de parto del Hospital Clínico de la capital se convirtió en la escenificación mental de un muro que se disolvía en una juguetona imagen de un puñado de globos elevándose al cielo. «Feliz, simplemente me siento feliz», cuenta Kirsty sobre su actual estado de ánimo, que colisiona frontalmente con el de muchos malagueños, que empezaron el día de ayer con pocas horas de sueño y con el cuerpo apaleado por los excesos de una larga noche de juerga. Para esta joven madre británica de 34 años, el 1 de enero de 2016 siempre será recordado por ese momento incomparable en el que la matrona hace entrega del recién nacido y su llanto se introduce en el cerebro de la madre en forma de ondas de prosperidad y bonanza.

Unos 3,980 kilogramos de peso y unos 52 centímetros de longitud. Son las proporciones que ofrece el pequeño Charlie y que dan constancia de la bondad de su genética británica. Tanto el pequeño, como su madre están en perfecto estado de salud. «El pequeño iba a ser nuestro regalo de Papa Noel porque estaba previsto que naciera para el día de Nochebuena», explica la madre sobre el leve retraso en la fecha de un nacimiento, que resultó ser de libro. «Fue un parto espontáneo natural, sin problema alguno», comenta Katrin Svobobova. Es la matrona que acompañó a Kirsty para consumar un parto que difícilmente podría haber sido más internacional. Katrin, de nacionalidad checa, ayudó, a su vez, a romper las barreras lingüísticas ejerciendo de traductora al inglés. En todo momento, Kirsty también estuvo acompañado por el padre del niño, Gary Chambers. El nacimiento de Charlie supone la llegada del segundo varón para esta joven familia, que lleva ya casi una década afincada en Benalmádena. Sobre el futuro del pequeño, los padres lo tienen claro. «Queremos que crezca aquí en Málaga», comenta Kirsty, que ha decidido plantarse en lo que a planificación familiar se refiere. En todo caso, el nacimiento de Charlie corrobora la internacionalización de la Costa del Sol que, al menos en cuanto a nombres, ofrece una apabullante variedad.

Zoe ve la luz en Marbella. Quince minutos después del alumbramiento de Charlie, nació Zoe en el Hospital Costa del Sol de Marbella. Esta pequeña llegó al mundo pesando 3,950 kilos y midiendo 53 centímetros. El siguiente nacimiento que se registró en la provincia fue en el Hospital Materno Infantil de la capital, también con un toque de globalización, que deja claro que los pequeños boquerones no entienden de fronteras: Yu Han Chen llegó al mundo a las 2.10 horas y elevando la báscula hasta los 4,200 kilos, repartidos en 52 centímetros. En Ronda nació otro niño, Sergio, a las 11.25 horas y por cesárea. Pesó poco más de cuatro kilos.

Al finalizar el 1 de enero, las únicas comarcas malagueñas que se quedaron sin sumar nuevos niños fueron la de Antequera y la Axarquía. No hay matemáticas precisas cuando es la biología la que marca el ritmo de la vida.