Las navidades de la palista Carolina Navarro están llenas de tradiciones españolas y suecas. Su madre, original de Suecia, hizo que Papá Noel fuera el esperado por ella y sus hermanos en estas fechas, unos días que siempre han disfrutado en familia y que hacía que el 25 se levantaran ansioso por ver qué había bajo el árbol. El pavo cocinado con los «cacharros» de su abuela o «romper» las casitas de galleta y después comerlas son algunos de los recuerdos que asocia con esta época del año.

Los Reyes también pasaban por su casa de Málaga o por la casa de su abuela en Almuñécar, donde también pasaban las fiestas. No faltaban los mantecados para los Reyes ni el agua de los camellos.

Recuerda un regalo con sabor agridulce. En un catálogo vio una bicicleta que tenía claro que no quería que los Reyes Magos le trajeran y así se lo hizo saber a sus padres, con la mala suerte de que Sus Majestades ya la habían dejado en el garaje. «Me sentí fatal», recuerda.