­La Junta pretende recuperar la normalidad formativa en La Cónsula y La Fonda sin más. Que se reinicie la actividad en estos centros que el pasado jueves interrumpieron el curso tras agotar el último euro y no contar con liquidez para seguir dando clases. La reunión celebrada ayer entre los responsables del Gobierno andaluz y los representantes de los trabajadores terminó sin demasiadas novedades más allá de que la Junta pretende convencer a la plantilla de que vuelva a las cocinas. Eso sí, sin cobrar. Y sin dar norte sobre por dónde va el proceso de integración de ambos consorcios en el SAE.

Una idea brillante, sin duda. Una forma de cargar de responsabilidad a los trabajadores, según denuncian sus responsables. «Encima pretenden que nos sintamos culpables de la interrupción del curso», se lamentaba ayer Carmen Sánchez, portavoz de los docentes de La Fonda, que asistió a la reunión celebrada en La Cónsula.

La Junta no se salta una coma del guión preescrito, a pesar de que las circunstancias han cambiado de forma dramática. El delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, se está encargando de capear un temporal provocado por otros, que se mantienen en silencio. Ayer, insistió en que «nadie ha barajado ninguna opción» de cerrar La Cónsula. Pero lo cierto es que la escuela está cerrada y sin dar clases.

Ayer, antes de este encuentro con los trabajadores, Ruiz Espejo explicó que con estas reuniones pretenden programar con los trabajadores «el inicio de la actividad docente normalizada para cumplir todo el curso, de docencia y práctica». El final del primer trimestre estuvo marcado por el encierro de los alumnos en el restaurante de la escuela de hostelería de Churriana, lo que obligó a suspender los servicios de comidas en el restaurante. Y los primeros días del segundo trimestre las clases han sido suspendidas.

Por eso la Junta aspira a que haya normalidad docente lo antes posible. Sin embargo, nada dice de que haya normalidad salarial, aunque reitera que «el horizonte está despejado» en el proceso de integración de las escuelas al SAE. Aunque no precisa fechas. Se está a la espera de los documentos que «son necesarios para continuar con esa tramitación definitiva». Es decir, el informe de la Intervención y las auditorías.

En teoría, tras la aprobación de las cuentas de ambos consorcios y una vez que se realice la auditoría de las cuentas, se convocará un nuevo consejo para su aprobación y para la cesión definitiva al SAE de los activos y pasivos de las escuelas, con lo que el proceso quedaría culminado y se procedería a la integración. Pero hasta ahora no hay novedades. De hecho, ni siquiera está terminado el informe de la interventora. Y nadie se explica esta demora. «El mejor de los escenarios posibles nos sitúa a final de febrero», se queja Sánchez. De hecho, según reconoce Ruiz Espejo, las empresas auditoras tienen «unos tiempos legales máximos, que es de un mes para realizar la auditoría y los trabajos de intervención, que tienen también que realizarse para poder contar con ello».

En esta reunión, el delegado de la Junta en Málaga estuvo acompañado por la delegada de Empleo, Francis Montiel, y por los liquidadores de los consorcios, que hoy mismo viajarán a Sevilla para contactar con las empresas contratadas para hacer las auditorías y ejercer presión para acelerar el proceso.

El Gobierno andaluz informó a través de una nota de que tras este encuentro, los responsables públicos mantuvieron también una reunión con los trabajadores del CIO de Mijas, así como con alumnos de la escuela de hostelería de La Cónsula, prolongándose la ronda de reuniones durante tres horas y media.

En la reunión de ayer, qué menos, se acordó agilizar «en todo lo posible» el procedimiento para que quede resuelto en el menor plazo posible. Del mismo modo se acordó realizar la programación gradual del inicio de las actividades de este trimestre, que, una vez fijada a lo largo de esta semana, se comunicará a los alumnos al objeto de completar las acciones formativas ofertadas, «que hasta ahora han sido desarrolladas gracias al esfuerzo y el compromiso de los trabajadores de estos consorcios y que ha permitido mantener la actividad formativa», reconoce la Junta.