El mercado laboral de Málaga generó el pasado año la cifra de contratos más alta desde 2007, justo antes de que estallara la crisis, aunque con el persistente problema de que la tasa de contrataciones temporales, un ejercicio más, sigue en niveles máximos. Tan sólo el 5,9% de los 686.730 contratos firmados el pasado un año (poco más de 40.500) tuvieron carácter indefinido, uno de los porcentajes más reducidos de los últimos ejercicios junto a los de 2011 o 2013. El resto de las contrataciones se reparten en una amplia amalgama de incorporaciones temporales y, en muchos casos, bastante efímeras. En el caso de los contratos eventuales, por poner un ejemplo muy significativo, algo más de dos tercios de las casi 350.000 incorporaciones realizadas el pasado año en Málaga tuvieron una duración inicial de menos de un mes.

La provincia, pese a incrementar un 12,8% sus contratos sobre el año anterior y rozar los 690.000 que se firmaron en 2007 (aunque entonces los indefinidos suponían un 8,5% de total), permanece así instalada en un escenario de altísima precariedad. Y mientras que el volumen de la contratación indefinida avanzó el pasado año un 6% en relación al 2014, la firma de contratos temporales lo hizo al doble de ritmo, es decir, al 12%. Los sindicatos UGT y CCOO vienen constatando con preocupación, además, el peso creciente de la jornada a tiempo parcial en las nuevas incorporaciones al mercado, ya sean temporales o indefinidas. Según denuncian, esta modalidad esconde mucha economía sumergida, con trabajadores que son dados de alta en la Seguridad Social por sus empresas durante algunas horas al día pero que en realidad echan la jornada completa e incluso más. Los datos del Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) a cierre de 2015 indican que los contratos por horas representaron el 42% del total de todos los firmados (en segmentos como la hostelería puede alcanzarse el 60%), una tasa que repite el porcentaje del ejercicio anterior.

Por sectores, la mejora de la actividad es generalizada a excepción del sector agrícola, según las cifras del Observatorio Argos de la Junta de Andalucía. El grueso de las contrataciones se concentra en el sector servicios, que engloba las ramas de turismo, hostelería y comercio. Este segmento aumentó el pasado año un 15% sus contrataciones en Málaga y, con casi 495.000, acapara el 72% de las nuevas altas en el mercado. La construcción también se beneficia y acumula 63.773 contratos en 2015, con un crecimiento del 10,4% sobre el ejercicio precedente. La industria firma 29.668 contratos, con un aumento del 14,2% mientras que la agricultura, pese a registrar casi 99.000, retrocede un 2,3%.