­El Ayuntamiento de Málaga aprobó ayer, en la Junta de Gobierno Local, ceder gratuitamente una parcela municipal a la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de la capital que servirá para ampliar el actual centro de acogida con un parque y una zona de esparcimiento para los perros y gatos del refugio. Los terrenos tienen una superficie de 11.000 metros cuadrados y colindan con las instalaciones del colectivo.

La finca se sitúa junto al centro de acogida, que también fue cedido mediante un derecho de superficie, contando con una extensión de 8.00 metros cuadrados. De esta forma, la concesión de los suelos se establece por el plazo que reste hasta que finalice el derecho de superficie que la Sociedad Protectora de Animales y Plantas posee actualmente. El plazo se ha previsto en 14 años y no se establece ningún canon, dado que la gestión será sin ánimo de lucro. Los servicios ofertados son gratuitos.

La Protectora, entre sus fines, tiene como objetivos proteger a los animales y plantas por todos los medios legales posibles, integrar a los amantes de los animales e impulsar acciones para su defensa y protección; fomentar los sentimientos en favor de los animales y desterrar la violencia y los malos tratos de los que son objeto en ocasiones, procurar una legislación proteccionista en relación a la realidad animal, acoger a los perros y gatos que se encuentren en desamparo y buscarles hogar, así como instar procesos penales contra los responsables de conductas que atenten contra la flora y la fauna, los recursos naturales y el medio ambiente.

El respaldo municipal a esta entidad se materializa a través de diversas vías. En diciembre, se aprobó la modificación del convenio entre la Protectora y el Área de Sostenibilidad Medioambiental para incluir en el mismo el incremento en 20.000 euros de la subvención que percibe la entidad, suma que se añade a los 30.000 ya concedidos en 2015.

El colectivo se dedica a la recogida de animales (perros, gatos y hurones) en las calles, acogiéndolos en sus instalaciones y realizando las gestiones para su entrega en adopción a un nuevo propietario. Así, también se hace cargo de la retirada de animales de las instalaciones del Centro Zoosanitario Municipal, que incluye a camadas de lactantes y ejemplares heridos o atropellados, además de colaborar en la erradicación de conductas legalmente perseguibles.

Su presidenta, Carmen Manzano, ha incidido numerosas veces en la necesidad de concienciar a los ciudadanos de que no abandonen los animales que han adoptado y que éstos sean esterilizados para evitar el nacimiento de nuevas camadas que luego no tienen acogida en ningún sitio.

Málaga se ha convertido en una ciudad animalista, ya que ha sido de las primeras urbes en el país en prohibir en su suelo la presencia de circos que utilicen animales en sus espectáculos.