Un monolito en un parque de Málaga capital situado en la confluencia de las calles Sierra de Grazalema y Sierra del Co sirve de homenaje desde este sábado al fundador del Movimiento Scout, Robert Baden-Powell.

A su inauguración han acudido numerosos scouts, así como el alcalde, Francisco de la Torre; el concejal del distrito Málaga Este, Julio Andrade; el secretario de ASDE-Scouts de España, Alejandro Rescalvo, y el presidente de este movimiento en Andalucía, Álvaro Ortega.

Este monolito, que conmemora los cien años del escultismo en Málaga --celebrado en 2013--, ha sido diseñado por Carmen Ortega y representa el saludo de este movimiento: tres dedos correspondientes a tres virtudes, lealtad, pureza y abnegación, con el pulgar protegiendo al meñique como expresión de que el grande defiende al pequeño.

Todo ello, según ha explicado la propia Ortega, envuelto en el apretón de manos, realizado con la izquierda por ser la que está más cerca del corazón.

El alcalde de Málaga, al que han hecho entrega, al igual que a Andrade, del libro 'Los exploradores malagueños 1913-1936', de Pablo Portillo, ha animado a los niños y jóvenes presentes en este parque a difundir los valores de lealtad, pureza y abnegación y también de amor y defensa de la naturaleza y de trabajo en equipo.

De la Torre ha hecho hincapié en que la educación "es siempre lo más importante que hay en un territorio" y depende no solamente de los colegios, sino también de las familias y de la sociedad en general.

Por su parte, Álvaro Ortega ha considerado este recuerdo a Baden-Powell como "justo". No obstante, ha dicho que el mejor homenaje que se le puede hacer es que "niños y jóvenes disfruten de este parque y siempre esté lleno".

Ha incidido, igualmente, en la importancia que el escultismo tiene en Málaga, atendiendo a que, tras su nacimiento en 1907, comenzó su expansión en tierras malagueñas sólo seis años después, en 1913, siendo la provincia un referente no sólo a nivel europeo, sino también mundial, según Ortega.

Finalmente, Alejandro Rescalvo ha admitido que, aunque desde el Movimiento Scout se hacen las cosas "sin buscar una recompensa", siempre es motivo de orgullo protagonizar homenajes de este tipo.