A las tres de la tarde de ayer, la fauna que puebla los 177.000 metros cuadrados de los antiguos terrenos de Repsol está formada entre otras especies animales y humanas por una decena de perros sueltos -seguidos a distancia por sus dueños-, garcillas boyeras pero también por un joven que, capazo en mano, entra sin ningún complejo en la parcela y deja de recuerdo una pequeña montaña de escombros.

La pareja formada por Francisco Javier López, de 38 años y Ana Ferrer, de 35, vecina de la zona, quiere cambiar el horizonte de estos terrenos, donde hay previstas unas 1.300 viviendas además de un parque y convertirlo en un gran bosque urbano sin un solo piso.

La iniciativa, colgada en la plataforma de internet change.org el pasado 3 de enero, cuenta ya con 17.000 firmas que la respaldan. Por eso, con independencia del resultado de la comisión de Urbanismo celebrada ayer, en una de cuyas mociones se acuerda ampliar al máximo la zona verde prevista pero mantener los pisos, «vamos a seguir con esta iniciativa», anuncia Francisco Javier, diseñador gráfico, al tiempo que subraya que no se trataría de un parque al uso, como puede ser el Parque Huelin, sino de un bosque con especies autóctonas y senderos de tierra en el corazón de los dos distritos más poblados de Málaga.

«Creemos que un gran bosque serviría para concienciar a un montón de vecinos de Málaga que todavía no tienen una conciencia ecológica demasiado grande porque no tienen contacto con la Naturaleza», subraya, mientras Ana Ferrer propone que una parte se emplee para recuperar árboles trasplantados.

«Yo he nacido en la Cruz del Humilladero y la población que tiene no es normal. Ya no puedes echar abajo casas donde vive la gente pero sí puedes no construir más», argumenta Ana, que es organizadora de conciertos.

A este respecto, Francisco Javier López ve fuera de lugar las torres de pisos proyectadas en la gran parcela de Repsol. «Los rascacielos hay que contextualizarlos y creo que en Málaga habrá espacios más adecuados para construirlos que entre la Carretera de Cádiz y la Cruz del Humilladero».

La pareja pone como ejemplos a seguir el Retiro de Madrid y Hyde Park de Londres, «porque aunque no son bosques propiamente dichos, alcanzan un grado de frondosidad que se acerca bastante a lo que queremos, un hábitat arbóreo», comenta Francisco Javier López. «Habría zonas de esparcimiento pero no sería la tónica», precisa Ana Ferrer. Otra idea es que acoja numerosas actividades y talleres relacionados con la ecología.

Primera reunión, el sábado. De cualquier modo, estas cuestiones se debatirán en la recién nacida Plataforma Bosque Urbano Málaga, que se reunirá por primera vez el próximo sábado a las 19 horas en la asociación de vecinos La Cooperación, en la calle Ara, 1, muy cerca de los terrenos de Repsol.

Se trata de una convocatoria abierta a la que ya han confirmado su asistencia biólogos, arquitectos paisajistas y cartógrafos. «La idea es hacer un borrador técnico y también contactar con botánicos», precisa el diseñador.

El objetivo es también presentar un proyecto al Ayuntamiento, con el respaldo de esas miles de firmas que no dejan de crecer.

«Nosotros no trabajamos para ahora, estamos pensando en los nietos de nuestros nietos», subraya Francisco Javier López.