­Más de 280 llamadas al servicio de Emergencias 112 en la provincia de Málaga atestiguan el grado de alarma provocado por el terremoto entre la población. Sus 6,3 grados de intensidad se dejaron sentir con fuerza en el litoral, formado en gran parte con terreno de relleno de aluviones que amplifican las ondas sísmicas.

De hecho, el 112 estuvo muy atareado respondiendo a las llamadas, muchas desde Antequera, en las que preguntaban si se iban a producir réplicas y se cuestionaba qué hacer en ese caso. La Policía Local de Antequera también contabilizó varias llamadas y Protección Civil informó a través de las redes sociales.

En otros puntos de la provincia también se sucedieron las anécdotas, aunque sin lamentar daños de importancia. Así, los vecinos de Bioparc en Fuengirola se vieron doblemente sobresaltados, ya que tras el terremoto siguió un enorme ruido provocado por los animales, nerviosos por el movimiento de tierra. De hecho, los animales, en especial los perros, son muy sensibles. Una mujer de Málaga explicaba que sus dos perros ladraron con intensidad segundos antes de que se notara el movimiento.

A otros los nervios les llevó a huir de sus viviendas y refugiarse en su coche, dando vueltas por Málaga hasta las nueve de la mañana y una vez que se calmó el grueso de las réplicas de importancia.

En Vélez Málaga y Torre del Mar se produjeron algunos daños leves. José Cuenca narraba con cierta angustia la experiencia: «Mi hija, con 20 años que tiene, se ha puesto a chillar como una cría». Este vecino de la calle Adeodato Altamirano contempló cómo la fachada de mármol de una tienda de decoración quedaba completamente desnuda. «Esto pasa de día y hubiese habido alguna desgracia», añade.

Neibar Molina, una de las responsables del Bar Los Rosales de esta misma calle, ya estaba despierta cuando empezó a temblar su piso. «Cuando hemos bajado al bar ya estaba la policía precintando la fachada para evitar cualquier accidente, porque se han quedado muchas piezas de mármol colgadas».

Agrega que todo el mundo salió a las terrazas y se asomó a la calle para ver qué daños habían podido producirse. «A esa hora también suelen pasar los barrenderos. Menos mal que no ha ocurrido nada». Los bomberos acudieron también al edificio La Noria de Torre del Mar, donde la sacudida generó desperfectos. En este mismo núcleo costero, concretamente en el edificio Hamburgo 2 de la avenida Toré Toré, los mismos efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos tuvieron que socorrer a una mujer que había quedado atrapada en una habitación, tras desprenderse las estanterías que tenía en un pasillo y bloquear la puerta.

Jesús Alba, uno de los encargados del local Peña El Bujío, mostraba en las inmediaciones de dicho edificio las grietas que en los aseos se han producido como consecuencia del terremoto.