Los grupos municipales acuden divididos al pleno de hoy del Ayuntamiento de Málaga en relación a qué hacer en los suelos de Repsol. En principio, ni la propuesta del PSOE de dedicar todo el suelo a levantar un gran bosque, eliminando toda las viviendas proyectadas, ni la de Ciudadanos, que propone un parque de 124.000 metros y una sola torre de viviendas, cuentan de entrada con los apoyos necesarios de otros grupos para salir aprobadas.

Esta división entre todos los grupos beneficia al equipo de gobierno del PP y a su propuesta de un parque de 80.000 metros, cuatro rascacielos y cuatro bloques de VPO. De hecho, la única moción que en principio tiene los votos suficientes para salir aprobada es la que se acordó en la comisión de Urbanismo presentada por IU-Málaga para la Gente y luego modificada, que en su texto plantea la construcción de un parque «lo más grande posible», pero «sin renunciar» a los usos residenciales, por lo que seguirían las torres y las VPO.

Ayer, cada grupo se dedicó a defender su propuesta y a rechazar las otras. Así ocurrió con el PSOE, que rechazó la fórmula de Ciudadanos y también el alcalde defendió el proyecto vigente, a la vez que rechazó la alternativa del PSOE y mostró las «dificultades» de apoyar la idea de Ciudadanos, si bien dijo que la estudiarían a fondo y tratarían de modificarla.

Muchas dudas del PP. De la Torre defendió el proyecto el PP, que «permite tener el parque pronto, sin costo para el Ayuntamiento y con equipamientos, además de ser un elemento de impulso para la zona», frente a las propuestas de Ciudadanos y del PSOE, que conllevarían costes de 70 o, incluso, 150 millones de euros.

Para el alcalde hay «unos problemas evidentes» derivados de la ampliación del espacio verde, propuesta por Ciudadanos, en cuanto a «la pérdida de superficie de equipamiento y de los elementos de fuerza para impulsar el futuro urbanístico de esta zona» y, aunque sería «menos perjudicial» que la idea del PSOE, «hay una serie de elementos que nos hacen dudar».

Cuestionado directamente sobre la posición de voto del PP ante la moción de Ciudadanos, dijo que se tratará de «encontrar una redacción, que no es fácil según todos los informes verbales de Urbanismo, que permitiera decir sí, pero condicionado a su viabilidad técnica, jurídica y económica».

La propuesta de Ciudadanos no convence al PSOE, en tanto que «si el PP quiere muchas viviendas en esta zona, C´s también», aunque sean «pocas». La portavoz socialista, María Gámez, advirtió de que su grupo no renunciará a su proyecto, ya que «es la única y la última oportunidad consolidada en la ciudad de tener un gran parque».

Málaga Ahora es la única que dijo aceptar la propuesta de Ciudadanos y adelantó dos iniciativas. Primero una consulta popular de carácter vinculante y consensuada con la Plataforma Ciudadana Bosque Urbano de Málaga, recientemente constituida, con el objetivo de que «los vecinos sean los que decidan qué modelo quieren», señaló su portavoz Ysabel Torralbo. Y segundo, la necesidad de realizar una correcta descontaminación de los terrenos en los que se encontraban los depósitos de Repsol antes de ejecutar cualquier otro proyecto, ya que la multinacional «sólo hizo un pequeño trabajo» en esta materia.

Jardincito con rascacielos. El viceportavoz de Ciudadanos, Alejandro Carballo, volvió a defender la moción de su grupo para la creación de un bosque urbano en estos terrenos junto a la avenida Juan XXIII, que pasa por la renuncia por parte del Consistorio de las tres torres previstas. Carballo hizo hincapié en que renunciar a los derechos de edificabilidad «no supone un coste para el Ayuntamiento, sino un no ingreso». De todos modos, insistió en que «una parte se puede llevar a otra zona de la ciudad».

Por último, Málaga para la Gente recordó por boca de su portavoz, Eduardo Zorrilla, que su grupo presentó una moción en la pasada comisión de Ordenación del Territorio que fue aprobada por unanimidad en lo relativo a estudiar con la oposición la viabilidad jurídica y económica de la creación de un gran parque central, con amplias zonas verdes, espacios deportivos y culturales, y a que el equipo de gobierno revitalice el entorno, con la elaboración de unos planes estratégicos .

Partiendo de que el convenio de este espacio «era especulativo, fruto de la burbuja inmobiliaria», Zorrilla volvió a defender un bosque urbano en estos terrenos, «una actuación más barata y viable que el jardincito de los rascacielos que plantea el alcalde».