Un periodista como Domingo Mérida, unido a la memoria de los malagueños durante tantas décadas, no nace un buen día por combustión espontánea. Hijo de Leopoldo Mérida, oficial de la Junta de Obras del Puerto y de Conchita Casermeiro, ama de casa, ya apuntaba maneras en el Colegio de los Maristas, donde en los teatros solía interpretar el personaje principal, pese a que se confesaba un niño travieso, sin olvidar sus pinitos con la Acción Católica en la plaza de los Mártires: «Había actuaciones de artistas y allí estaba, en lo alto del escenario presentándolos», recuerda.

Por eso cuando en 1955 escuchó en la radio una convocatoria de la nueva escuela de radio de la emisora Radio Juventud, que había abierto unos seis meses antes, no lo dudó y se apuntó. Gracias a esta decisión este malagueño, nacido el día de los Patronos de Málaga, un 18 de junio de 1937, encontró su vocación, hasta el punto de que más de 60 años después de esa entrada en la sede de la radio, entonces en la calle Alarcón Luján, confiesa: «Para mí no ha sido un trabajo».

Y no lo ha sido porque se entregó en cuerpo y alma y disfrutó con su trabajo, en una emisora a la que se habían incorporado jóvenes con empuje como Paco Campos y su hermana María Teresa, Diego Gómez, Julián Sesmero o Gonzalo Rojo. «Se escuchaba mucho porque en Málaga rompimos ya que Radio Nacional de España era por entonces una radio vieja, muy cogida por Madrid y que no trabajaba las cosas de Málaga».

Quizás la gran evidencia fueron unas inundaciones en la capital en los 50 durantes las cuales, mientras RNE cerró su emisión al llegar la medianoche como era lo habitual, «Radio Juventud estuvo toda la noche dando noticias y retransmitiendo mensajes de familiares y eso captó a toda la gente».

Y en esa radio con empuje, pues iba ganando oyentes en unos tiempos en los que no había llegado la televisión, Domingo Mérida hizo de todo, desde entrevistar al pie de la calle y dedicar discos (costaba 10 pesetas dedicarlos) hasta dar noticias en la emisora o innovar con programas como El taxi de la fortuna, con Diego Gómez y Mari Tere Campos, en el que recorría Málaga en un taxi en busca de malagueños que tuvieran en casa la caperuza de plástico de La Casera con lo que se ganaban un premio.

Y tuvo Domingo Mérida un programa nocturno en el que todo podía ocurrir: «Había que llevar cosas a la radio, por ejemplo un gallo, y el primero que venía a al radio con el gallo se llevaba un premio, pero luego se presentaban otros 20 con un gallo... eran cosas muy participativas en una radio muy dinámica», sonríe.

Y claro, entre los discos dedicados, los que él mismo dedicaba a una joven del Colegio de la Presentación que luego sería su novia y con la que casaría en 1964, María Victoria Salcedo. «Se fue a la mili y nos reencontramos en la calle Larios, todo muy malagueño», recuerda María Victoria de esos primeros tiempos.

En Radio Juventud Domingo Mérida logró además uno de sus grandes objetivos: convertirse en comentarista deportivo para poder radiar al Málaga, al que siguió todos los domingos durante cerca de 30 años. «Me he recorrido España entera, y hasta una vez fletamos aviones de Spantax y un tren a Bilbao», destaca.

El Club del Oyente

La faceta viajera del locutor la demostró además con creces en el exitoso Club del Oyente de la emisora, del que fue director y que llegó a instalar un mostrador para atender a los cientos de socios que se pasaban por la radio y que se apuntaban a las excursiones por toda Málaga, España y Europa. «Era un poco el precedente de lo que hoy es el Imserso una vez llegué a llevar 140 autocares de una vez a Ceuta. Era un día de la Virgen de la Victoria en Málaga, aquí la gente no trabajaba y en Ceuta estaban todas las tiendas abiertas, cuando la ciudad estaba en su apogeo y la gente iba a comprar transistores y electrodomésticos».

Retransmisiones desde el Cervantes, teatro radiado, hasta películas radiadas... y durante un largo periodo un programa matinal en el que con la compañía de locutoras como Marisol Cámara, Sonsoles Hernández o Piti Alarcón daba vida a la familia Retuerta, con el padre recién llegado del pueblo para ir a comprar a Málaga y que acudía a la emisora para hablar con Domingo Mérida, que nunca estaba, lo que daba pie a que el señor Retuerta contara sus aventuras en la gran ciudad.

A lo largo de su carrera, ya fuera en Radio Juventud, Radiocadena Española o Radio Nacional (la misma emisora con los mismos compañeros, sólo que iba cambiando de nombre) Domingo ha entrevistado a innumerables artistas, desde Lola Flores a Rocío Jurado o Pablito Calvo. «Contábamos todo lo que pasaba por Málaga», resume.

Persona modesta siempre, Domingo Mérida nunca ha dado a conocer su faceta de escultor notable, pues compaginó la radio con la Escuela de Artes y Oficios y en casa tiene varios bustos de familiares e incluso un autorretrato, que demuestran su buen hacer.

Antes de llegar a los 60 se prejubiló, pero como el gusanillo del periodismo le seguía llamando se convirtió en colaborador en el canal de televisión local PTV Málaga, con el que ha estado casi dos décadas, hasta 2014. «Cuando entró en Procono la gente le paraba más por la calle que todos los años que llevaba en la radio porque le puso cara a aquella voz que había escuchado toda la vida», cuenta María Victoria.

Además de continuar con sus programas, siempre centrados en las cosas de Málaga -sin olvidar las decenas de pregones que ha dado a lo largo de su vida- Domingo Mérida aprovechó la jubilación para llevar a cabo un proceso ambicioso: la historia del callejero de Málaga, animado por su mujer.

«De su trabajo había guardado anécdotas, recortes, tenía una maleta repleta. De ahí salió el libro, todos los días tenía que ir al archivo y a investigar las fuentes», recuerda María Victoria Salcedo. El resultado, varios libros por distritos y dos libros con la historia del callejero, primero con la de 3.900 calles y más tarde con 5.200, un trabajo incorporado por el Ayuntamiento a la web del callejero municipal.

En 2014, además de una gran despedida de sus compañeros del PTV, celebró las bodas de oro con María Victoria. La pareja tiene seis hijos (cuatro hijas y dos hijos) y doce nietos.

Como no podía ser menos, el verano pasado el Ayuntamiento le concedió una calle. Al matrimonio le haría mucha ilusión que el espacio dedicado a Domingo Mérida fuera la nueva placita a espaldas de la iglesia del Carmen, junto al convento, la parroquia donde se casaron hace casi 52 años. Domingo Mérida, un periodista vocacional y que forma parte ya de las vivencias de miles de malagueños.