La Sala de Malaya ha dado una semana al empresario Carlos Sánchez, condenado en este caso a prisión y a pagar fuertes multas, para que ingrese voluntariamente en un centro penitenciario de su elección. El plazo expira en siete días, es decir, este 11 de febrero, tras lo que será declarado en busca y captura internacional.

Según ha podido saber este periódico, Carlos Sánchez se encuentra en varios procedimientos judiciales en la República Dominicana, donde tiene fuertes intereses económicos derivados de sus negocios, por lo que habría solicitado varios aplazamientos para cumplir la pena impuesta por el caso de corrupción urbanística de Marbella. Sin embargo, la Sala no está dispuesta a esperar más y ha rechazado todos los aplazamientos solicitados y le insta a entrar de manera inmediata.

Por otro lado, esta y la próxima semana el tribunal se va a reunir con los 18 sentenciados a dos años o menos de cárcel para establecer con ellos el mecanismo por el que se sustituirá la pena de cárcel por la de multa, siempre, eso sí, que paguen las sanciones impuestas. Para ello, deberán consignar una cantidad muy alta y, si no es posible, vender algunos de sus bienes, incluso la casa familiar, y luego se establecerá un plan de pago mensual durante uno o dos años. Sólo se evitará la cárcel si el interesado tiene intención inequívoca de pagar y lo hace, abonando la sanción al límite de sus posibilidades pecuniarias. Es decir, si tiene un sueldo fijo mensual, deberá entregar un tanto por ciento elevado del mismo, de forma que se le dejará lo mínimo imprescindible para tener una vida digna.