­La sangre irlandesa vuelve a correr lejos de la Costa del Sol, escenario reciente e impune de varias ejecuciones al más puro estilo bala en la cabeza. El hermano del histórico criminal irlandés Gerry Hutch y tío del joven asesinado en Mijas en septiembre ha sido el último ojo por diente. Fue acribillado la noche del lunes en el norte de Dublín. Las autoridades creen que los nueve tiros que recibió en el pasillo de su casa son la respuesta al asalto que un grupo de hombres armados con kalashnikov protagonizaron tres días antes en un hotel de Dublín para fulminar a un hombre vinculado al clan que Christopher Kinahan, el Padrino irlandés, y sus dos hijos dirigen desde el litoral malagueño.

Eddie Hutch, un taxista de 59 años y padre de cinco hijos, fue exterminado por cuatro encapuchados que echaron abajo la puerta de su casa justo cuando iba a salir al pub. El fallecido tenía antecedentes por pequeños fraudes y robos, aunque también fue sospechoso de blanquear algunas ganancias de su hermano. Siempre mantuvo un perfil bastante más bajo que Gerry. El Monje, como es conocido por su vida austera y espiritual, cuenta con una entrada en la Wikipedia que resume sus gestas en los años 80 y 90, como su presunta relación con algunos de los atracos millonarios a mano armada más importantes de la historia de Irlanda. Por mucho que lo niegue y repita que vive retirado del crimen, la sombra de El Monje no ha dejado de alargarse desde que su sobrino fue ejecutado en el corazón de la Costa del Sol por un fantasma sin identificar que la policía sitúa en el entorno Kinahan.

Con el crimen de su hermano, los investigadores de la Garda dan por hecho que los Hutch están detrás del brutal asalto al hotel Regency de Dublín, donde seis sicarios -tres disfrazados de policías, uno de mujer con una peluca, otro con una gorra y el conductor de la furgoneta que calcinaron en otro punto de la ciudad- irrumpieron con fusiles de asalto AK-47 en una sala atestada de gente donde se estaban pesando los boxeadores que al día siguiente iban a participar en la velada de boxeo Choque de Titanes. El ataque fue selectivo y mortal. Se cebó con David Byrne, un joven de 33 años que la policía irlandesa sitúa en el entorno del clan Kinahan. Dos de sus amigos resultaron heridos y volvieron a nacer, aunque entre ellos no estaba Daniel Kinahan, cuya presencia estaba prevista en el hotel como representante de alguno de los púgiles. El cartel de la velada, organizada por la misma empresa que gestiona un gimnasio en Puerto Banús en el que entrenan varios boxeadores irlandeses, destacaba la pelea entre el irlandés Jamie Kavanagh y el portugués Joao Bento por el título europeo del WBO en la categoría del peso ligero. El primero es hijo de Gerard Hacha Kavanagh, otro hijo de Irlanda que el 6 de septiembre de 2014 fue acribillado en un pub de Marbella por dos encapuchados que tampoco han sido identificados.

Las hipótesis que comparten las policías irlandesa y española es que tanto Gary Hutch como Kavanagh pagaron con su vida alguna traición o incompetencia que afectó a los negocios que los Kinahan desarrollan desde su cuartel general de Estepona. El mismo en el que Jamie Moore, excampeón británico y europeo del peso medio, resultó herido de bala en agosto de 2014 en un extraño incidente tras el que Daniel pidió protección a las autoridades españolas.

El asalto del hotel fue reivindicado el lunes por el IRA de Continuidad (CIRA), una escisión disidente del inactivo grupo terrorista que se opone al proceso de paz y que ahora presume de luchar contra el crimen organizado, y la policía irlandesa dudó, pero nunca descartó la guerra territorial de las dos bandas más importantes de Dublín. La ejecución de Eddie Hutch parece confirmarlo y el Gobierno empieza a tomar cartas en el asunto en esa dirección. Después de que el primer ministro exigiera explicaciones el lunes al Sinn Féin por la similitud entre las armas utilizadas en el hotel con las empleadas por el IRA durante los años más sangrientos del conflicto norirlandés, la ministra irlandesa de Justicia e Interior, Frances Fitzgerald, instó ayer a los gánsteres que teman por su vida a que se pongan en contacto con la Garda para ofrecerles protección. «Parece que algunas bandas quieren librar una guerra en la que la vida humana no tiene valor alguno», declaró Fitzgerald antes de analizar la situación con la máxima responsable de la Garda, Noirin O´Sullivan, quien más tarde anunció en rueda de prensa que ha pedido ayuda a la policía española. El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, fue más directo y rogó a las madres y abuelas que usen su influencia con aquellos implicados en este disparate.

Según los medios irlandeses, Derek Del Boy Hutch ha sido trasladado a un ala de especial de seguridad de la cárcel de Wheatfield donde cumple condena por asesinato. Al parecer, ya ha sobrevivido a dos duros ataques desde que su hermano Gary fuera asesinado en Mijas y algunas fuentes señalan al entorno del clan Kinahan como el más interesados en que eso ocurra. Su tío, El Monje, se niega a hablar de tregua.