Profesionales de Urgencias y de la Unidad Intercentros de Angiología presentaron este miércoles un protocolo conjunto orientado a la atención integral de los enfermos con problemas vasculares. En concreto, aquellos que presentan síntomas o signos de enfermedad tromboembólica venosa, que engloba la trombosis venosa, el embolismo pulmonar y el síndrome postrombótico. Según datos de la unidad, las urgencias de este centro sanitario pueden atender cada año alrededor de 4.000 casos, de los que 2.000 desarrollan la enfermedad.

El responsables de la Unidad Intercentros de Angiología y de Cirugía Vascular, Rafael Gómez Medialdea, señaló que con el protocolo los sanitarios de urgencias podrán detectar la patología, que en la mayoría de los casos es silente y se detecta cuando tiene consecuencias más graves. No obstante, es una de las más comunes que se ve en un centro sanitario, por detrás, en número, de los síndromes coronarios agudos y de los ictus.

Gracias a este manual, del que se han editado por el momento 250 ejemplares, se van a mejorar los tiempos de respuesta en la atención integral urgente de estos enfermos. El jefe de las Urgencias del Clínico, Eduardo Rosell, aplaudió el esfuerzo de los profesionales, que además de desarrollar su labor en el seno del hospital, dedican tiempo a este tipo de análisis con la intención de asegurar la atención integral a los pacientes. «Este libro pone de manifiesto la necesidad de poner al alcance del facultativo el ecógrafo de compresión, muy importante para llegar al diagnóstico», dijo.

El documento servirá de base para la puesta en marcha del nuevo protocolo de actuación orientado de forma específica a atender las necesidades que presentan estos pacientes con la idea de detectar a mayor número y atenderles más rápido si cabe sin necesidad de que tengan que ingresarse en las áreas de hospitalización. Por su parte, uno de los coordinadores del trabajo y a su vez médico de urgencias, Andrés Buforn, reconoció que las urgencias de hospital cada día están más vinculadas a los servicios del hospital. «Interesa mucho un diagnóstico precoz porque se pueden ver afectados miembros o sufrir un tromboembolismo pulmonar», señaló el experto. Esta complicación, desencadenada por la obstrucción arterial pulmonar por causa de un trombo, tiene una mortalidad por encima del 25%, lo que señala la importancia de que los profesionales sean más rápidos diagnosticándola y más certeros.

Se calcula que hasta dos de cada diez pacientes adultos que acuden al servicio de urgencias de los hospitales pueden presentar sospecha de enfermedad tromboembólica venosa, cuyo enfoque diagnóstico de forma urgente resulta crucial remitirlo al especialista adecuado además de identificar los signos de alarma o factores de riesgo de esta enfermedad, que en múltiples ocasiones son inespecíficos.

El documento se basa en el estudio y el tratamiento de casos reales desde la experiencia aportada de primera mano por los propios profesionales del servicio de Urgencias y del área de Vascular, aunque en la elaboración del mismo han participado más de medio centenar de facultativos de las áreas de urgencias, angiología, hematología y medicina interna de este hospital. La edición en formato impreso podrá ser consultada por cualquier especialista del centro hospitalario y en especial será muy útil para los especialistas en formación.