­Las asociaciones de hosteleros Amares y Mahos se reunirán esta tarde en una asamblea para exigir un cambio normativo que les permita ejercer su trabajo.

Los excesos en el Centro han obligado al Ayuntamiento a replantear la situación con una propuesta de reforma de la ordenanza de ocupación de la vía pública, que por lo pronto parece que va a asegurar un mayor espacio para el peatón en detrimento de las terrazas. Como mínimo serán dos metros de paso expedito, eliminando las mesas y sillas que supongan un obstáculo, en especial en las calles más pequeñas. No obstante, también está sobre la mesa la propuesta de Urbanismo y el OMAU, que hablan de tres metros de paso libre mínimo. Por este motivo, ante esta situación han decidido convocar una asamblea abierta a socios y no socios con la idea de hacer presión contra la norma de terrazas. En el cartel de la asamblea, que se celebrará a las 19 horas de hoy en la Cámara de Comercio, los convocantes aseguran estar viviendo un «acoso» y un momento «crítico». «O nos posicionamos y exigimos lo que nuestras empresas necesitan para ejercer la actividad o, en caso contrario, las propuestas de regulación que pretende el Ayuntamiento harán que muchas de nuestras empresas estén en peligro de desaparecer. Hagamos grupo, cuantos más seamos, más salto se oirá nuestra voz», señalan.

En este sentido, el gerente de Amares, Javier Frutos, indicó ayer que no descartan ninguna medida porque el sector está molesto. «Nos hemos visto envueltos en una batalla, nosotros estamos creando puestos de trabajo, queremos convivir con los vecinos y con todos los malagueños y que no que se nos utilice con fines partidista», señaló. Y es que según Frutos, el sector está demonizado. «Dicen que ocupamos las calles y creemos que no es así, desde las instituciones no nos escuchan, queremos que nos tomen en serio», apuntó.

El 40% de las terrazas autorizadas en la ciudad se encuentran en el Centro Histórico, donde se suman más de 400 licencias para poner mesas y sillas en la calle, según datos del área municipal de Vía Pública. En cinco años se han duplicado y eso se ha notado en la imagen de la ciudad. Por ello, el debate está ahora abierto, con los grupos municipales apoyando una reforma de la ordenanza que además vaya acompañada de su cumplimiento, ya que achacan al Ayuntamiento de cierta dejación.