La nueva Ordenanza de Bienestar y Protección Animal del Ayuntamiento de Málaga ha tenido, en general, una buena acogida por parte de hosteleros y animalistas. Sin embargo, mientras que los primeros muestran pequeñas reticencias al respecto, como son las molestias que puedan ocasionar las mascotas a los clientes, los animalistas se muestran muy satisfechos y piden que se incluya también a los centros comerciales en dicha normativa.

"Por primera vez, el ayuntamiento ha escuchado nuestras peticiones y las ha tenido en cuenta. Parece que las reuniones previas a la norma han sido efectivas y estamos muy contentos", ha señalado Carmen Manzano, responsable de la Protectora de Animales y Plantas de Málaga.

La animalista valora muy positivamente que bares y restaurantes permitan la entrada de perros y gastos aunque considera que "muchos optarán por habilitar un espacio o serán pocos los que finalmente lo cumplan". Además, ve "insuficiente la medida" puesto que no contempla otros establecimientos como los centro comerciales.

Por su parte, Jesús Sánchez, representante de la Asociación de Hosteleros Mahos acepta la nueva medida "por la libertad de decisión que concede al empresario y por ser fiel a la normativa andaluza". Pero cree que "es necesario estudiarla al completo para tener en cuenta las posibles repercusiones económicas en sus negocios". Y señala que "no todos los animales de compañía tienen el mismo tamaño o comportamiento", con las molestias que eso puede generar en algunos clientes.

Manzano destaca sobre todo los nuevos requisitos para la adopción a la hora de adoptar en alguna de las instituciones malagueñas o la prohibición del uso de las correas de castigo."Lo que ha estado sucediendo hasta ahora no es lógico. Una persona que maltrata animales no es digno de adoptar de nuevo", denuncia. La nueva normativa exige no haber entregado un animal en el Centro Zoosanitario Municipal u otra entidad colaboradora en los últimos dos años, así como, la presentación firmada de la declaración responsable de no haber sido sancionado por infracciones que impliquen maltrato o abandono del animal en los últimos cinco años.

Defiende, también, como "muy necesario" el hecho de que gatos y perros puedan viajar en el transporte público "ya que no todo el mundo tiene vehículo propio" o la recomendación de esterilización. "Era imprescindible, es perfecto porque estamos cansados de recoger camadas y la superpoblación es cada vez mas patente", apuntaba.

Asimismo, Manzano ve con buenos ojos el censo canino a partir del ADN, "más fiable" que el conocido como "chip" -método que contempla la normativa andaluza- puesto que, este último, puede ser retirado por el propietario.

Sin embargo, la medida supone una "reobligación" con un alto coste para el propietario -entre las dos rondan los 70 euros por animal-, según comenta la responsable .