El inventor Francisco Caro, natural de Almogía, y la joven empresa malagueña 3D Zings, dirigida por Jorge Zurita, han constituido la sociedad Solingenio, con la que quieren comercializar e industrializar patentes tan curiosas y variopintas como unos guardarraíles que eliminan los elementos metálicos para usar material reciclado, un cazo industrial que puede acoplarse en diversos vehículos de maquinaria para limpiar más rápidamente las cunetas o un cuchillo especial para ser utilizado por los enfermos de Parkinson, diseñado para que sea más fácil untar el pan.

Otra de sus invenciones consiste en un telémetro óptico que se instala en el coche a modo de espejo retrovisor y que permite a las persona con visión monocular (por ojo vago o debido a un post-operatorio) conocer la velocidad, situación y trayectoria de un vehículo que circule detrás.

Las patentes de Solingenio, que ha ocupado uno de los stands del Foro Transfiere, son obra de Francisco Caro, un profesor jubilado que se dedica a inventar soluciones «que aumenten la seguridad de las personas» y hagan su vida más fácil. Jorge Zurita, por su parte, se encarga de hacer el modelado de los prototipos y la industrialización de las patentes ideadas por Caro, utilizando la tecnología de impresión de 3D Zings, con sede en el PTA.

Los responsables de Solingenio afirman que inventos como el cazo para limpiar cunetas ya están siendo utilizados por particulares en sus fincas. Por su parte, el sistema de guardarraíles, que utiliza neumáticos reciclados para lograr una reducción en el impacto de los golpes en un accidente, ya ha despertado el interés de alguna empresa. «Estamos manteniendo algunas conversaciones. Si sale algo podríamos empezar la producción industrial», asegura Caro.