Una amplia mayoría de los trabajadores de Limasa, la empresa de limpieza de la capital, apoyó ayer la convocatoria de una huelga indefinida desde las 00.00 horas del 1 de marzo en una tensa asamblea celebrada en el Hotel NH de la capital, según informó tras la reunión el presidente del Comité de Empresa, Manuel Belmonte, un encuentro al que asistieron más de 800 de los 1.200 empleados que forman la plantilla.

El detonante de este paro indefinido es la interpretación que tanto el Ayuntamiento como la dirección de Limasa han hecho del auto del Juzgado de lo Social 8 que debía resolver sobre la solicitud del comité de reclamar la ejecución de la sentencia del mismo juzgado, fechada en diciembre de 2015, que declaraba que el único convenio vigente en la empresa es el correspondiente a los años 2011 y 2012.

La interpretación de la dirección de la empresa y del Consistorio da vía libre para mantener la aplicación de los acuerdos firmados en diciembre de 2013 en los que los trabajadores renunciaron a la paga de productividad, al descanso de los sábados y a las vacaciones sólo en verano, algo que a la plantilla no le ha gustado nada.

Belmonte explicó que la idea inicial era empezar la huelga el 20 de febrero de forma escalonada, a través de varios sábados, hasta llegar al paro total, pero la plantilla, «por amplia mayoría», abogó por una huelga indefinida desde el 1 de marzo, una fecha muy cercana a la próxima Semana Santa.

«Los trabajadores están cansados, hartos, pero siguen con ganas de negociar, incluso hablábamos de 2017, pero ante esta sinrazón del Ayuntamiento y de la empresa vamos en serio», dijo, e insistió en que, si no hay acuerdo en estas semanas que faltan para la fecha decisiva, irán a la huelga.

También deseó que la Junta de Andalucía imponga unos servicios mínimos acordes a la realidad de los barrios, no sólo para el Centro. Hoy, acudirán a las 11.00 horas ante la autoridad laboral de la administración autonómica para establecer esos servicios.

Insistió en que la plantilla está sometida a un «linchamiento», y destacó que, desde el 27 de enero, no reciben notificación alguna de la sociedad o del Consistorio para reunirse.

Belmonte hizo un llamamiento a todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Málaga para que estén presentes en las negociaciones y que «digan qué parte quiere un acuerdo», lo que da una idea de la intensidad del enfrentamiento que se puede divisar ya en el horizonte más cercano.

El presidente de los trabajadores, que presidió una reunión de más de dos horas, aseguró que los empleados están «cansados y hartos del hostigamiento al que los somete la empresa con las sanciones», y recalcó que en torno a 300 de ellos han recibido alguna de estas llamadas de atención, aunque hay «más de un millar de sanciones por cumplir la normativa en prevención de riesgos».

Los empleados de la empresa de limpieza, en su opinión, han dicho «basta» e insistió en que la gente «quiere cumplir la normativa, no están de brazos bajados».

Ayer, también fue muy comentado entre los trabajadores el hecho de que otros colectivos, como el de los empresarios de playas, también se están planteado ir al paro total en fechas tan destacadas para la ciudad como la Semana Santa. La reunión acabó con una aplauso tras tomar la decisión que menos gusta a la empresa.