Un día después de que el Ayuntamiento de Málaga entregara a las asociaciones de hosteleros el proyecto de nueva ordenanza para la ocupación de la vía pública, el sector celebró ayer una primera reunión para abordar las propuestas municipales, que incluyen entre otras medidas la suspensión de hasta un mes en caso de infracciones de carácter grave.

La reunión de las juntas directivas de Amares y Mahos, los dos colectivos que agrupan al sector hostelero malagueño, fue una primera toma de contacto para trasladar los cambios que quiere introducir el Consistorio y analizar detenidamente cada uno de los puntos, aunque según explicaron fuentes del sector aún es pronto para sacar conclusiones definitivas. Los hosteleros han visto en la nueva ordenanza puntos positivos y otros que consideran que no lo son y ayer comenzaron a analizar las medidas propuestas, teniendo en cuenta las particularidades de cada una de las zonas que se verán afectadas por la normativa.

El Ayuntamiento de Málaga quiere que la ordenanza esté aprobada antes del verano y por ello la próxima semana quiere empezar ya con su tramitación. El objetivo municipal es encontrar el equilibrio y la convivencia entre el sector hostelero y los residentes, «hacer compatible el bienestar de los vecinos y viandantes con el desarrollo de la economía y la creación de empleo», según resaltó el miércoles el Consistorio malagueño.

Ahora, los responsables municipales están a la espera de la respuesta de los hosteleros para poner fin así a la polémica.