Limasa, y en concreto su socio público que es el Ayuntamiento, decidió hace cinco años, bajo el razonamiento de recortar gastos, eliminar las inversiones previstas para la renovación de la flota de vehículos de la empresa. En total en estos años, según detalló el gerente de la empresa, Rafael Arjona, en la última sesión de la comisión de investigación, se han dejado de invertir en este menester 17 millones de euros.

La consecuencia ha sido el parón en la renovación de la flota que no se moderniza desde 2011, año en que se adquirieron los últimos vehículos, y el envejecimiento de la mayoría de los vehículos con el consiguiente riesgo de mayores averías y más gasto en mantenimiento.

Dos vehículos de 1991

Según la relación aportada por la dirección de la empresa a los grupos municipales, Limasa tiene actualmente una flota operativa de 429 vehículos. De ellos, más de la mitad (221) tienen más de 14 años. Hay incluso piezas de reliquia como 2 vehículos matriculados en 1991, con 25 años de antigüedad, se trata de una caterpillar y una baldeadora; hay otros cuatro vehículos que datan de 1997, con 19 años de trabajo (un Pegaso, un Iveco y dos Piaggio) y tres vehículos matriculados en el 2000 que este año cumplirán 16 años de servicio si superan la IVT (dos Chevrolet Aveo).

Más de la mitad de la flota supera los 14 años de matriculación. Se trata de 138 vehículos datados en 2002 y otros 74 de 2001, a los que hay que añadir los reseñados más antiguos.

El resto de vehículos esta matriculado a lo largo de la década transcurrida entre 2002 y 2012. La última gran adquisición de vehículos data de 2011. En ese año y el siguiente se adquirieron 113 vehículos con una inversión de 4.678.099 euros. Son los más modernos que tiene Limasa a excepción de dos vehículos incorporados en 2015 y uno en 2014.

Esta antigüedad de la flota ha obligado durante estos últimos años a reforzar considerablemente los trabajos de mantenimiento llevando en muchos casos a una reestructuración total de los vehículos en chapa, pintura, electricidad y mecánica.

Todo ello ha obligado a reforzar los trabajos, tanto preventivos como correctores en los talleres de Limasa, ya sea en Los Ruices como en Hermanas Bronte para mejorar las prestaciones de los vehículos más antiguos.

Esta situación de envejecimiento de la flota tiene consecuencias sobre la prestación del servicio tanto de recogida como de limpieza viaria dado que casi a diario hay vehículos que no pueden operar por estar sometido a alguna reparación.

La reciente protesta de muchos trabajadores de la plantilla, que ha derivado en la imposición de sanciones por parte de la dirección de la empresa, tiene que ver bastante con esta situación ya que los trabajadores rechazaban salir a trabajar con vehículos que tuviesen algún problema no mecánico, como el fallo en algún tipo de luces.

Gracias a este trabajo preventivo y de reparación en los talleres propios de Limasa, la mayoría de la flota de vehículos, pese a esa antigüedad, consigue superar la revisión de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y seguir operando.