Después de protagonizar varias polémicas, el servicio de la cafetería en la Diputación de Málaga pasará a la historia. Su cierre será ratificado en el pleno ordinario de mañana y pone fin a la discusión sobre el futuro de este servicio que, a pesar de numerosos esfuerzos, no ha conseguido ser regulado de una manera satisfactoria. El presidente del PP, Elías Bendodo, planteó en el pleno correspondiente un ultimátum: o se regulaban los precios o se cerraba la cafetería. En este sentido, la portavoz del PP en la Diputación, Francisca Caracuel, ha informado esta mañana en la habitual comparecencia de los portavoces previa al pleno ordinario que, finalmente, se había optado por sustituir el servicio de cafetería por unas máquinas expendedores que, de hecho, ya se encuentran instaladas en la misma cafetería. Por su parte, el portavoz del PSOE, Francisco Conejo, se ha mostrado muy crítico con esta decisión. Según ha explicado, "el presidente no ha sido capaz de cumplir con lo prometido, demostrando la ineptitud del PP para desarrollar una normativa para la cafetería". Si hasta ahora los ingresos que procedían de la voluntad de cada diputado o trabajador de la institución provincial se donaban a fines sociales, la recaudación pasa ahora a engrosar la cuenta de resultados de la empresa que suministra las máquinas expendedoras.