El desahucio de Saadia y su hijo de 11 años que estaba previsto a primera hora de la mañana se ha suspendido después de que el banco haya accedido a negociar con la inquilina, algo que ella lleva reclamando desde que los anteriores propietarios no hicieran frente a una hipoteca de 20.000 euros y la vivienda fuera embargada a pesar de que ella siempre hizo frente a los recibos. Casi medio centenar de amigos y vecinos que se han reunido de forma pacífica en la calle Ebro de la Palmilla para solidarizarse con la joven han visto cómo el procurador del banco y la comitiva judicial han renunciado a ejecutar el desalojo después de que el primero anunciara que la entidad había abierto la puerta del diálogo. Esta decisión se ha tomado mientras el juzgado rechazaba el recurso que el abogado de la mujer solicitó hace dos semanas agarrándose en la nueva opción de la Ley del Menor por la que estos pueden personarse en los procedimientos civiles que les afecten. En todo caso, el juez que lleva el caso ha decidido mantenerse al margen mientras haya posibilidades de que las partes lleguen a un acuerdo.

Según ha explicado José Pablo De Castro, un abogado que ayuda a Saadia de forma desinteresada, esta negociación supone ganar algo más de tiempo y la posibilidad de que la mujer pueda cumplir su sueño de afrontar el alquiler con opción a compra. "Es lo que lleva reclamando desde que supo que la querían desahuciar. Saadia es una mujer muy trabajadora que cotiza en la Seguridad Social como limpiadora de viviendas y siempre ha cumplido con sus obligaciones como ciudadana", explica De Castro. Sin embargo, el banco se había negado a negociar con la joven por considerarla "una okupa", según ha denunciado su entorno.