El control sobre los conductores aumentará próximamente en las carreteras de la provincia. A las patrullas motorizadas de la Guardia Civil, la vigilancia aérea del helicóptero y los 50 radares -30 móviles, 15 fijos y 5 de tramo- que hay activos en las vías interurbanas, se sumará un nutrido número de cámaras para controlar dos de las infracciones que más se cometen en las carreteras de todo el país pese a las continuas campañas de concienciación. Se trata del uso del teléfono móvil al volante y no llevar puesto el cinturón de seguridad, dos infracciones graves que actualmente se castigan con la retirada de tres puntos del carné y 200 euros de multa en cada caso. El año pasado, sin estos medios tecnológicos, las carreteras malagueñas arrojaron 8.403 sanciones de este tipo, 4.694 de ellas por usar móvil y 3.709 por no utilizar el cinturón o los sistemas de retención infantil homologados, según los datos aportados por la Dirección General de Tráfico (DGT).

Todavía no se ha decidido la fecha, la cantidad de cámaras ni las ubicaciones definitivas de las mismas, pero la jefa provincial de la institución, Trinidad Hernández, explica a La Opinión de Málaga que la intención es tenerlas operativas antes del próximo verano y que la mayoría estarán localizadas en carreteras secundarias. Hernández, en cambio, sí detalla que el Centro de Gestión de Tráfico de Andalucía Oriental -Málaga, Almería, Granada y Jaén- contará con 20 de las 70 cámaras que se quieren colocar en todo el país y que se distribuirán en función del volumen de tráfico de cada provincia. Según sus cálculos, la provincia malagueña, que absorbe la mitad del total de su sector, podría albergar al menos ocho de estos dispositivos, aunque la cifra final siempre dependerá de los informes técnicos definitivos.

Vías secundarias y A-7

En cuanto a la ubicación, Tráfico maneja numerosas opciones. Las carreteras que más peso ganan como candidatas son la A-397 (Ronda-San Pedro Alcántara), la A-355 (Cártama-Marbella) y, por supuesto, la A-7, la estrella de la provincia de Málaga en número de movimientos. Dentro de esta autovía, una de las zonas que los expertos tienen más en cuenta, se encuentra en los tramos paralelos a la autopista de la Costa del Sol (AP-7).

La propia DGT define estos aparatos como máquinas físicamente muy similares a los radares. Sin embargo, su función es comprobar si los ocupantes de un vehículo llevan correctamente abrochado el cinturón o circulan utilizando el móvil. En caso contrario, el dispositivo envía al centro de control los datos necesarios para formular la denuncia. Las cámaras, añaden, toman imágenes de manera frontal en forma de ráfagas de hasta 50 fotogramas por segundo para así detectar la infracción al detalle. Acto seguido, la máquina proporciona las pruebas necesarias para identificar el vehículo y tramitar la multa automáticamente.

Los resultados de la última campaña de control en carreteras convencionales desarrollada en toda España el pasado mes de octubre arrojaron datos demoledores, ya que 1.349 conductores fueron denunciados en una sola semana por no utilizar cinturón de seguridad -más 57 que no hacían uso del casco- y otros 1.113 por utilizar el teléfono móvil al volante. Y un último dato: el 77% de los fallecidos en estas carreteras no llevaba cinturón.