«El éxito escolar se asocia ya al éxito en la vida». Así de rotundo sintetiza el asesor de formación permanente del Centro de Profesorado de Málaga (CEP) y pedagogo, Enrique Sánchez, el cambio que vive la educación pública, un sistema que atraviesa su particular etapa dorada y que busca la fórmula para dotar a los niños con las herramientas necesarias para saber afrontar la vida.

El almacenamiento desmedido de datos, fechas y conocimientos que hasta hace bien poco servían para que los alumnos vomitaran en un examen da paso a una nueva metodología que se basa en aprender a aprender, a hacer, a ser y a convivir. Los inicios de este cambio lo marca el informe «La educación encierra un tesoro» que emitió la Unesco en 1996 y que 20 años después sigue vigente como hoja de ruta hacia un cambio que Europa afronta como un reto y que comienza a sentirse en las aulas que entremezclan las líneas más vanguardistas. Entre ellas, Sánchez destaca la línea de investigación -a través del aprendizaje basado en proyectos-, la de creatividad para potenciar la reinvención; la emocional, que enseña al alumno a buscar el equilibro; y, por último, la línea de inclusión de las inteligencias que apoya que la enseñanza se adapte a cada persona.

Un cambio que va más allá de la incorporación de las nuevas tecnologías o la inclusión de los idiomas al currículum educativo. La verdadera transformación, según señala Enrique Sánchez, radica en el cambio metodológico que hace más activo el papel del alumno y potencia habilidades como el trabajo en equipo o investigación y que podrá aplicar en el futuro.

La apuesta por la formación permanente del claustro del profesorado es decisiva y Andalucía es la punta de lanza del país, con un presupuesto y personal que se ha incrementado en los últimos años, según afirma el propio asesor del CEP de Málaga, y que potencia que los profesores destinen su tiempo libre a una formación complementaria que después ponen en práctica en las aulas.

La provincia cuenta con varios centros educativos que imparten de forma pionera métodos que se alejan del clásico profesor impartiendo la lección libro en mano frente a una clase que debe atender sumisa a lo que enseña, sin posibilidad de interactuar y exponer sus dudas e inquietudes. Los papeles están cambiando y en Málaga ya hay centros inmersos en una metodología innovadora que se proclaman como modelos a seguir por aquellos que quieren apostar por una educación adecuada al siglo XXI.

1. Unidades didácticas integradas en el CEIP Maicandil

La transformación comenzó hace seis años y ya se ha completado en todos los cursos, desde ciclo de Infantil hasta sexto de Primaria. La directora del CEIP Maicandil, María Teresa Díez, detalla que la metodología que aplican en sus clases apuesta por que el alumno desarrolle el pensamiento crítico y la reflexión. Para ello trabajan a través de proyectos que integran todas las asignaturas que fomentan la convivencia del centro, el uso de las app, la autonomía de los menores, entre otras habilidades. «Son tareas integradas que trabajan todas las áreas y aportan un producto final», especifica. Además son pioneros en este ámbito e imparten a otros centros su metodología.

2. Innovación tecnológica e investigación en el IES Cartima

Los libros son cosa del pasado en las aulas del IES Cartima y el uso de los móviles y tabletas están permitidas en clase. Este centro nació el curso pasado y ha hecho una apuesta decidida por las TIC y la investigación en las aulas que queda reflejada en los proyectos multidisciplinares que realizan. La secretaria del centro y profesora de Geografía e Historia, Rosa Liarte, detalla cómo trabajaron la Alhambra desde varios puntos de vista. «En Educación Física estudiaron la orientación, en Naturaleza la vegetación, en Matemáticas la geometría y escalas...», explica. Su asignatura es un ejemplo claro de cambio radical; se graba en vídeos explicando las lecciones que deben visualizar los menores en casa y en la clase trabajan en grupo. «Cuando más ayuda necesita el niño es cuando está solo. Yo hago metodologías activas en clase», sentencia.

3. Las familias, implicadas en Nuestra Señora de Gracia

Desde hace dos años esta escuela pública está catalogada como una comunidad de aprendizaje que implica de forma activa a las familias. La maestra de Inglés y Música del centro, Noelia Sedano, explica que esta fórmula fomenta las posturas más cercanas entre ambos colectivos a través de cuatro comisiones; la de voluntariado, el jardín, las charlas con café y grupos interactivos. En definitiva, participan en la toma de decisiones del centro, ayudan al claustro es su día a día e incluso en las clases particulares. También, una vez al mes se reúnen para abordar asuntos que acaparan el interés de las familias. «El objetivo es que las familias sean una más en el colegio», incide.

4. Los robots, uno más en el IES Politécnico Jesús Marín

Con más de seis ramas diferentes de Formación Profesional este instituto despunta desde hace casi una década en la inclusión de la robótica en el campo de la electrónica. Una fórmula que le ha valido para motivar a los alumnos, que trabajan en proyectos que a ellos mismo les gusta, y el profesor pasa a ser un catalizador. Además participan en proyectos europeos y premios a través de los cuales han cosechado numerosos éxitos, según incide el profesor de Electrónica y jefe de departamento de Innovación, Enrique Norro. El modelo ya se aplica a otras ramas e incluso hacen proyectos interdisciplinares.

5. BachiBac, formación en francés en el Cánovas del Castillo

Desde el curso pasado 2013/14 el IES Cánovas del Castillo imparte BachiBac, la doble titulación de Bachiller y Baccalaureat, el bachillerato francés. El director del centro, Arturo Ramírez, explica que el acuerdo entre el gobierno español y francés facilita la movilidad de los alumnos y la difusión de la cultura e historia de ambas naciones. El único centro de la provincia dotado de este acuerdo que imparte un tercio de sus clases en francés, un número superior de horas comparado con los centros bilingües, según expone el propio Ramírez. Además, las clases están regidas por el sistema educativo español y el francés.

6. Los informes no ayudan

Sin embargo, y muy a pesar de tener una comunidad cada vez más comprometida por lograr una enseñanza atractiva que motive a los alumnos, los informes siempre dejan a España en puestos de cola. «La lupa es PISA o pruebas estandarizadas», matiza Sánchez. Como ejemplo cita Corea del Sur, uno de los países que suele optar a los primeros puestos pero la cara oscura de este reconocimiento educativo es que cuenta con el índice de suicidios más alto entre adolescentes o mayor grado de infelicidad, por mencionar otras varas de medición que dejan en evidencia dichos resultados y muchos expertos los consideran más que cuestionables. «No son un referente», zanja.