Miles de personas protestaron este miércoles en Málaga, Sevilla, Cádiz, Ronda, Jaén, Córdoba, Almería y Granada -de entre un total de 52 ciudades españolas-, contra «la vergüenza» del «acuerdo ilegal e inmoral» que la Unión Europea estudia suscribir con Turquía y que permitiría la devolución a este país, no firmante de la Convención de Ginebra, de los refugiados que alcanzasen suelo comunitario desde su territorio. Reclaman al Gobierno que vete el convenio en Bruselas.

En Málaga, un millar de personas, según CCOO, se concentraron en la céntrica plaza de la Marina contra el acuerdo de UE-Turquía. Entre otros, en la concentración participaron representantes de CCOO y UGT, de los partidos políticos PSOE, IU, Málaga para la Gente, Málaga Ahora, Podemos, EQUO, y la Plataforma de Solidaridad con los Inmigrantes.

Algunos miembros de CCOO acudieron a la concentración portando chalecos salvavidas como protesta ante el tratamiento hacia los refugiados. Además, algunos participantes amenizaron la concentración con música. Por otro lado, también se llevó a cabo otra concentración en la plaza del Socorro de Ronda.

Según fuentes de la ONG «acciónenred», unas 500 personas participaron en la concentración que tuvo lugar desde las 18.30 horas en Puerta Jerez, y que se caracterizó por una asistencia «muy plural», entre la que se encontraban representantes políticos y los secretarios generales de CCOO y UGT Andalucía, Francisco Carbonero y Carmen Castilla, respectivamente. Por su parte, la Plataforma contra la guerra ha convocado una manifestación hoy en la Plaza Nueva bajo el lema «No a la guerra. No al recorte de libertades. Refugiados, bienvenidos».

En Madrid, En torno a 5.000 personas, según los organizadores (700 según la policía) se congregaron en la Puerta del Sol de Madrid, donde presidía el acto una pancarta «contra un acuerdo ilegal e inmoral» y en defensa de los «derechos de las personas refugiadas y migrantes». Las concentraciones y manifestaciones habían sido convocadas por 120 organizaciones sindicales, políticas y sociales en más de cincuenta ciudades contra lo que consideran «ilegal e inmoral».