La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía recalcó este miércoles que la mera existencia de fibrocemento en colegios no debe ser motivo de alarma para la comunidad educativa, pues sólo si el material se manipula, perforándolo o cortándolo, o en menor medida si se rompe, puede haber riesgo de desprendimiento de partículas de amianto.

La declaración se produce después de la concentración de protesta el pasado martes de unos 150 padres de alumnos delante del colegio José Calderón de Campanillas, que cuenta con unos 2.400 metros cuadrados de tejados de fibrocemento. Los padres, preocupados por el mal estado de la cubierta, reclamaron la sustitución de todos los tejados, repartidos en varios pabellones.

El departamento que encabeza la exrectora de la UMA Adelaida de la Calle destacó que la normativa actual de España prohíbe la fabricación, comercialización y uso de los productos que en su composición contengan amianto, pero no establece la obligatoriedad de la retirada de los productos ya instalados ni da un plazo para dicha eliminación, «salvo el que se refiere al final de la vida útil de dichos materiales».

En cualquier caso, subrayó que la Agencia Pública Andaluza de Educación visita los centros educativos en los que pueda existir esta preocupación y trata de atender las necesidades de retirada de estos elementos «siempre que se constate que puedan ser peligrosos para la comunidad escolar y evitando una alarma innecesaria».

«El colegio se construyó en 1973, las cubiertas son de fibrocemento y hay muchas zonas en las que están muy deterioradas», declaró el pasado martes a La Opinión Francisco Jara, presidente del Ampa del colegio José Calderón.

Por su parte la vicetesorera, Montse Robledo, explicó que la vida útil de los tejados de amianto es de 30 a 50 años, y el colegio tiene 43 años, de ahí que fuera más que aconsejable el cambio de los tejados.

Además, la secretaria del Ampa, Mari Ángeles Guzmán, declaró que la Junta le informó de que las mediciones realizadas «no superan el 0,01 de fibra por centímetro cúbico», pero recordó que no hay una cifra que marque cuándo hay riesgo y cuándo no.

Para la delegada de Educación, Patricia Alba, «no existe ningún riesgo» de partículas nocivas y recalcó el compromiso de Educación de «en un futuro, hacer obras en el centro y quitar el techo».