­Durante los años de bonanza económica, cuando Málaga llegó a tener un presupuesto que superaba los 1.000 millones de euros, la política de endeudamiento fue un pilar necesario al que acudía el Gobierno local para mantener un alto nivel de inversiones y de gasto en general. Ello generó que año tras año se generase un nivel de deuda difícil de asumir y soportar.

Ello obligó a la aprobación en 2013 de un plan de ajuste económico-financiero para la corrección de las necesidades de financiación y ajustar los límites de endeudamiento vigentes; el plan comportaba la imposibilidad de firmar nuevos créditos mientras el nivel de endeudamiento superase los niveles legales.

De esta manera, durante los seis últimos años el Ayuntamiento de Málaga se ha visto imposibilitado de concertar créditos -la última operación fue en 2010 por valor de 60 millones- a la par que ha ido rebajando su deuda y su nivel de endeudamiento.

Ello ha hecho posible que para este ejercicio 2016 el Consistorio haya vuelto a la senda del endeudamiento, aunque con operaciones de bajo coste. En concreto, según el proyecto de presupuesto, el Ayuntamiento tiene previsto endeudarse este año en una cantidad de 23.041.718 euros. De ellos, 11 millones están previsto solicitarse por la Sociedad Municipal de Vivienda; 11,6 millones por el Ayuntamiento como tal y 0,5 por la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa).

Los 11 millones de euros que pedirá la Sociedad de Vivienda tienen como objetivo financiar las promociones de inmuebles que está previsto iniciar este año. En todo caso, el crédito que se solicite no afectará a la deuda ni al nivel de endeudamiento, lo mismo que el medio millón de Smassa, dado que ambas sociedades están fuera de las exigencias de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Los otros 11 millones serán solicitados por el Ayuntamiento para hacer frente a la devolución al Gobierno del dinero que éste envió de más en 2013 como parte de la PIE (Participación en los Ingresos del Estado).

La intención del equipo de gobierno es que esta operación financiera sea exprés y limitada en el tiempo, de tal manera que se concertará este año y se cancelará también en 2016. El objetivo del Gobierno local es cancelarla con parte del dinero de remanente de 2015, una vez que esté aprobado y sea operativo.

Mejorar las condiciones

De hecho, el Ayuntamiento quiso liquidar esta deuda directamente con el Gobierno a finales de 2015, pero esto no fue posible dado que la ley no lo permite, de ahí que haya que ir a la operación de crédito.

El propósito de cancelar el crédito este mismo año es para que no compute como deuda a final de año y de esta manera el nivel de endeudamiento pueda seguir descendiendo, tal como está previsto.

La operación de crédito se concertaría lo antes posible, una vez el presupuesto está aprobado y en vigor y su cancelación se hará contra ese mismo crédito u otro anterior. Es decir el área de Economía estudiará si finalmente la amortización se hace sobre otro crédito más antiguo que tenga condiciones menos ventajosas que las que se puedan conseguir ahora y así lograr unas condiciones de devolución menos onerosas para el Ayuntamiento, según explicó el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Conde.