­La falta de lluvias comienza a dejarse ya notar en algunos municipios de la provincia. Las precipitaciones de la pasada semana no han servido para mucho y el otoño y el invierno no han aportado caudal a los pantanos malagueños, lo que comienza a poner en riesgo el abastecimiento humano y los regadíos que necesitan los agricultores. Al menos cuatro municipios de la comarca norte de Málaga reconocen ya que, de no llegar lluvias en estos próximos meses, tendrán problemas para dar suministro a sus vecinos. Es el caso de Fuente de Piedra, Villanueva de la Concepción, Teba y Villanueva del Rosario.

En Fuente de Piedra es donde las consecuencias pueden ser peores. De los dos pozos con los que cuenta la localidad, uno ya está prácticamente seco y el otro suministra agua de mala calidad, según cuenta el regidor, Francisco Hidalgo. Aunque espera que llueva, el alcalde incide en que ya han previsto solicitar a la Diputación de Málaga cubas de agua de cara a una posible falta de suministro en los meses venideros.

Asimismo, el Consistorio considera este tema prioritario y ya está trabajando en la instalación de un tercer pozo, aunque esta medida se hará efectiva a largo plazo, pues los permisos para la obra pueden demorarse unos seis meses, según detalla el munícipe de la localidad.

En Villanueva de la Concepción reconocen que la situación es «alarmante» y esperan un verano «complicado». El alcalde, Gonzalo Sánchez, recuerda que en verano la población se multiplica y el consumo es mayor. Por ello, el Ayuntamiento ya ha iniciado una campaña en la página web municipal y en las redes sociales para concienciar a la población sobre la necesidad de realizar un consumo responsable.

Por su parte, el municipio de Teba ha tenido que reducir la cantidad de agua que suministraba a varias viviendas rurales, procedente de uno de los nacimientos del pueblo. También en Villanueva del Rosario se muestran prudentes en el consumo de agua. El regidor, José Antonio González, admite que si no se producen ciertas precipitaciones antes del mes de julio, el Ayuntamiento se verá obligado a recurrir a camiones cisterna.

Pero no solo los municipios están notando las consecuencias de la sequía. Los cultivos de la comarca de Antequera sufren esta problemática y se preparan para una temporada complicada. El presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, sostiene que «la falta de agua en noviembre y diciembre ha agravado el problema que venía arrastrándose del año pasado».

Afecciones a los cultivos. Bellido explica que las lluvias de enero han salvado la producción de cereales, que «va a salir adelante». Sin embargo, la falta de precipitaciones va a influir negativamente en los cultivos permanentes, según señala el presidente de Asaja Málaga. Almendros, viñas y olivares van a verse perjudicados, teniendo que adaptarse a la climatología si no se producen lluvias copiosas. De igual forma, reconoce que pocos cultivos van a comenzarse en primavera y manifiesta que «la situación es preocupante», resaltando que los árboles van a sufrir en verano.

De hecho, los regantes del Guadalhorce recibieron a mitad de este mes de marzo un riego de emergencia de una semana, aunque la situación de los embalses de la zona no asegura que puedan recibir nuevos aportes en los próximos meses. Así se les trasladó en la última reunión que mantuvieron los responsables de la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta con la comunidad de regantes, en lasque se expuso que desde el inicio del año hidrológico el pasado octubre la aportación de agua ha sido inferior a la demanda de suministro. Hasta principios de marzo, los pantanos del conjunto del Guadalhorce-Guadalteba habían desembalsado casi 28 hectómetros cúbicos para abastecimiento, 22 de ellos para suministro de la población y sólo 6,44 para riego, mientras que el caudal aportado a las presas se sitúa todavía por debajo del 25% de la media.

De mantenerse así la situación, dado que es más improbable que las lluvias lleguen pasada la primavera, las previsiones de los técnicos apuntan que los embalses del Guadalhorce entrarán en el nuevo año hidrológico con entre el 35 y el 30% de su volumen embalsado, con el agravante de que el del Conde del Guadalhorce, el de más calidad, sería el que menos agua tendría, frente al Guadalhorce, que tiene caudal salino y en el que se deberían realizar mezclas para su aprovechamiento.

Por todo ello, asegurar riegos continuos sería una labor prácticamente imposible, lo que perjudicaría además a los cultivos que se siembran tras el verano.

Suministro humano. La Junta ya avisó recientemente de que de continuar esta situación de carestía, en los próximos meses se podría decretar una prealerta de sequía que podría desembocar en una alerta tras la temporada estival, para lo que habría que tomar medidas para asegurar el suministro a la población.

Entre las opciones que ya se barajan están el aprovechamiento del azud de la Aljaima, puesto en marcha hace poco tras las obras a las que ha sido sometido, y de los pozos situados en la misma zona que ya se habilitaron en la sequía de hace una década, pero que ahora están inservibles.

Otra posibilidad a la que habría que recurrir para asegurar el abastecimiento a la capital es la conexión con la Costa del Sol Occidental y con la Axarquía. En el primer caso, no obstante, sería necesario realizar obras de mejora que Emasa ha presupuestado en 400.000 euros. También se plantea ejecutar un by-pass en La Encantada, para el aprovechamiento del agua salina del embalse Guadalhorce, que costaría aproximadamente 750.000 euros. Estos trabajos conllevarían una afección al Caminito del Rey, ya que tendría consecuencias sobre una de las entradas a la infraestructura.

El aprovechamiento máximo de la planta del Atabal también sería muy necesario para asegurar el suministro a la población de la capital, para que pueda aprovechar el caudal salino del Guadalhorce y así se pueda preservar más tiempo las reservas del resto de pantanos.